Para 1 persona
200 g de
angulas, 2 dientes de ajo, 1 guindilla, 5 cdas de aceite
En una cazuela se pone el aceite y los dientes de ajo
cortados en trozos pequeños; cuando éstos están dorados se retira la cazuela
del fuego y se deja enfriar.
Se echan las angulas y se ponen a fuego vivo,
removiéndolas enérgicamente con ayuda de un tenedor de madera, para que todas
se calienten al mismo tiempo y se impregnen de aceite. Al romper a hervir, se
retiran del fuego y se sirven en la misma cazuela. Deben llegar hirviendo a la
mesa.
Si gustan un poco picantes, se añade un trozo de
guindilla picada a los dientes de ajo.
15. Pescados - 032
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