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miércoles, 10 de septiembre de 2014

Chuletas de ternera a la castellana .050

(Cótes de veau à la Castellana).

Para seis comensales se escogen 12 chuletas del centro de los lomos y se limpian bien, recortando toda la carne sobrante y el hueso de la espina dorsal para formar las chuletas, según uso y costumbre.

Ya preparadas se mechan con unas tiritas de tocino, procurando quede en el centro de la molla y sin que aparezcan a la vista las puntas; se espol­vorean de sal las chuletas y se ponen, bien extendidas, en el fondo de una tartera de bordes no muy altos, previamente cubierto con una ligera capa de manteca de cerdo.
Se coloca el recipiente sobre la lumbre, haciendo dorar las chuletas por los dos lados, volviéndolas a su debido tiempo y cuidando de no romperlas.
Una vez doradas se escurre la grasa restante y luego se vuelve al fuego el cacharro, regándose las chuletas con un decilitro de vino blanco; si es ajere­zado, mejor, y si es Jerez puro, miel sobre hojuelas.
Entonces se tapa la tartera, dejando sudar el contenido hasta que el líqui­do se consuma del todo.
Se mojan de nuevo las chuletas con dos decilitros de caldo y se les hace cocer despacio, cuidando bien de que no se agarren al fondo, hasta que el jugo de ellas esté espeso y haya adquirido color obscuro.
Practicada esta operación, se las retira a un sitio templado hasta el momento de servirlas.
Mientras se hacen las chuletas se preparará un kg de judías ver­des; se las limpia como es de rigor y se las corta en filetitos delgados, par­tiendo cada una en tres o cuatro trozos a lo largo y después se cuecen en agua y sal a fuego vivo y sin que cese un solo instante la ebullición.
Una vez cocidas se las escurre completamente y se rehogan en una sar­tén con aceite fino, luego de freír en él un diente de ajo cortado en dos o tres trozos, que se retirarán antes de poner en la sartén las judías.
En cuanto estén calientes se les añade un poco de pimienta molida y algo de sal si fuese preciso, y con eso quedan ya terminadas, pues no es necesario, ni conviene, freírlas, teniendo en cuenta que dicha operación las seca y las comunica un gusto desagradable.
Dispuestos ya los dos componentes del plato, y llegado el momento de servir éste, se colocan las chuletas con gran cuidado en una fuente redonda, formando círculo, y en el centro, las judías; se baña el conjunto con la salsa que hay en el recipiente donde se cocieron las chuletas y se sirve en el acto muy caliente, pues de enfriarse el jugo así preparado presentaría un aspecto poco grato a la vista debido a la gelatinosa que es la ternera.

Carnes - 05. - 050

Chuletas de ternera .050

Manera de prepararlas.- Las chuletas de ternera, para que resulten tier­nas, no han de ser muy delgadas: han de tener, como mínimo, un centímetro de grueso.
Se dejan bien limpias, quitándoles los nervios y piltrafas, así como los huesos sobrantes, y para que no se deformen al cocer se recortarán por toda la vuelta con unas tijeras para despojarlas de la piel que las envuelve.
Hay quien se limita á darles unas cortadas alrededor; pero esto sólo sirve para que se deformen más aún.
Se pegarán un poco con el machete puesto de plano; luego se condimen-tarán y se guisarán según lo diga la receta.

Manera de presentar las chuletas.- Se colocan en las puntas de las varillas de las chuletas unas papillotes, preparadas con papel de barba (en los comercios especializados en utensilios culinarios las venden ya preparadas).

Manera de freir o saltear las chuletas de ternera.- Empléese para freirlas o saltearlas una saltera (sartén con baño interior de porcelana), pues como es mucho más espesa que las corrientes se regula mejor el calor y no corren el peligro de turrarse demasiado, quedando crudas por dentro.
Fríanse en saltera o en sartén, teniendo cuidado de que no se hagan de repente; se calentará la grasa hasta que haga humo; se pondrán entonces las chuletas y se dejarán que se vayan rehogando con fuego moderado.
Sobre todo no se quitarán las arandelas, pues es la causa de casi todos los fracasos de las frituras.
Los manjares necesitan un determinado tiempo para cocerse, y todo lo que sea querer correr va en detrimento de ellos.
Se dorarán bien por ambos lados y no se pincharán con el tenedor para darles la vuelta; ésta se hará con la paleta y se sacarán con la espumadera.

Carnes - 05. - 050

Chuletas de cordero a la robert .050

Se preparan como lo he explicado; luego se pasan por harina y huevo batido y se envuelven bien en pan rallado.
A continuación se emparrillan a fuego suave o se fríen en la saliera con manteca de cerdo.
Se han de freír con calma para que se hagan bien por dentro, sin quemarse la corteza.
Cuando tengan un bonito color dorado se escurren, se colocan en una fuente, se adornan con patatas fritas y se sirven, enviando en una salsera ca­lentada una salsa a la Robert

Carnes - 05. - 050

Chuletas de cordero a la reforma .050

Estilo cocinero.

Se empanan las chuletas con harina, huevo batido y miga de pan rallado, adicionado de jamón curado muy picadito.
Se fríen con man­tequilla y unas cdas de aceite fino.
Se presentan en forma de corona con una papillote en el mango.
Se coloca en el centro una guarnición de lengua a la escarlata, claras de huevo cocido, trufas, champignons y pepinillos, todo cortado en juliána.
Se envía en una salsera una salsa pimentada, aromatizada con un poco de jalea de grosellas

Carnes - 05. - 050

Chuletas de cordero a la parmesana .050

6 chuletas de cordero de buen tamaño, 400 g de patatas, 100 g de cebollas, 75 g de queso de Parma rallado, 75 g de mantequilla, 50 g de manteca de cerdo o de aceite fino, 3 huevos, un limón, perejil, sal, pimienta blanca molida y nuez moscada.

Elíjanse seis chuletas de buen tamaño; prepárense como lo tengo explicado y fríanse con la manteca de cerdo o con aceite fino; escú­rranse y resérvense.
Las patatas y cebollas, después de mondadas, cuézanse con agua y sal, y cuando se puedan atravesar fácilmente con unn alfiler retírense del fuego, escúrranse bien y pónganse a secar al horno durante unos minutos.
En cuanto se hayan secado (vigilese para que no tomen color) pásese todo por un tamiz, mézclense dos yemas de huevo y sazónese con pimienta y nuez moscada.
Váyase repartiendo este puré en las chuletas, colocando un montoncito encima de cada una; luego, con la hoja de un cuchillo mojado en agua para que no se pegue, alísese cada montoncito, adaptándolo a la forma de las chu­letas; píntense con huevo batido, espolvoréense con queso y colóquense en una tartera; rocíense por todo con la mantequilla derretida e introdúzcanse al horno hasta que obtengan un bonito color dorado.
Sírvanse en una fuente adornándola con rajas de limón y ramas de perejil.
En los mangos de las chuletas pónganse papillotes.
Sírvase.

Nota.- Puede enviarse a la vez una salsa de tomate.

Carnes - 05. - 050

Chuletas de cordero a la papillote .050

Véase Chuletas de ternera a la Papillote y hágase igual. 

Carnes - 05. - 050

Chuletas de cordero a la nigoise .050

Con una guarnición de tomates y aceitunas y adornadas con anchoas y champignons.

Saltéense las chuletas con mantequilla adicionada de 2 o 3 cdas de aceite fino o con manteca de cerdo; cuando estén dora­ditas escúrranse y déjense en un plato al calor.
Quítese la grasa de la saltera, échese un decilitro de vino blanco y déjese reducir; añádase salsa medio glasa y salsa de tomate (mitad y mitad); déjese reducir y pásese por una estameña.
Ténganse preparados tantos medios tomates como chuletas haya; sazó-nense con sal y pimienta, rocíense con unas gotas de aceite e introdúzcanse al horno.
Los tomates colóquense en una fuente redonda formando corona y en cada uno póngase una chuleta con el mango adornado con una papillote.
Pónganse en el centro unas aceitunas deshuesadas y cocidas en la salsa.
Adórnenselas chuletas con una anchoa de conserva en forma de turbante y en el centro del turbante un champignon.
Sírvase, enviando la salsa en una salsera calentada.

Carnes - 05. - 050

Chuletas de cordero a la montpensier .050

Chuletas empanadas y fritas, presentadas con puré de. patatas y judías verdes a la francesa.

12 chuletas, 500 g de judías verdes, 600 g de patatas, 100 g de manteca de cerdo, 75 g de mantequilla, 1 huevo, 1 decilitro de leche, pan rallado, harina, sal y pimienta.

Las judías verdes se cuecen con agua y sal, se pasan por agua fria y se escurren.
Con las patatas, la leche y la mitad de la mantequilla se confecciona un puré.
Se preparan las chuletas como la tengo explicado, se sazonan con sal y pimienta, se pasan por harina y luego por huevo batido, se envuelven bien en pan rallado y se fríen con manteca de cerda (se freirán con mucha calma para que se hagan por dentro sin quemarse la corteza).
Con lo restante de la mantequilla se saltean las judías y se ponen en el centro de una fuente redonda, haciendo pirámide; alrededor se colocan las chuletas, formando corona, colocando en cada mango de chuleta una papillote, y se adorna la fuente con montoncitos de puré de patatas en espiral, sirvién­dose para este fin de una manga con boquilla rizada.

Carnes - 05. - 050

Chuletas de cordero a la hortelana .050

(Cótelette de mouton à la Fermiére)

4 chuletas de carnero, 80 g de mantequilla o de manteca de cerdo, 2 cebollas, 4 zanahorias, medio apio, 200 g de patatas mondadas, 1 diente de ajo, 8 decilitros de caldo, 1 cda de perejil picado, 1 ramito de hierbas, sal y pimienta.

Se sazonan con sal y pimienta las chuletas y se rehogan con mantequilla o con manteca de cerdo; una vez que se hayan dorado se re­tiran y se dejan en un plato al calor.
En la misma grasa se ponen las za­nahorias y las cebollas cortadas en rajas finas, y una vez que hayan tomado color se retiran de la saliera y se vuelven a poner las chuletas; encima se pone la fritada de cebolla y zanahoria y alrededor el apio (desprovisto de todas las hojas) y que previamente se habrá escaldado, y a continuación, cortado en juliana, se pone en el centro el ramito de hierbas y el diente de ajo.
Se sazona con sal y pimienta y se añade el caldo.
Cuando rompe el hervor fuer­te se tapa y se deja cocer durante 35’ a hervor regular.
Se añaden entonces las patatas, cortadas en rodajas finas, y si el guisado re­sultara seco añádase más caldo; tápese y métase al horno durante veinticinco minutos para terminar la cocción.
Colóquese en una cacerola de barro y espolvoréese con perejil picado.
Sírvase.

Carnes - 05. - 050

Chuletas de cordero a la buloz .050

Para 8 personas

20 chuletitas, 60 g de mantequilla, 50 g de harina, 50 g de queso Gruyére y 35 g de queso de Parma rallados, 2 yemas de huevo, 1 cebollita, medio litro de leche, sal, pimienta, perejil, to­millo, laurel y nuez moscada.
Más queso y pan rallados para envolver las chu­letitas, huevos para rebozarlas, aceite y mantequilla, o sólo aceite, para freírlas.

Prepárense las chuletas como lo he explicado antes; sal­piméntense y fríanse con mantequilla clarificada y aceite, o sólo aceite.
En un perol pónganse 60 g de mantequilla y la cebolla muy picada; cuézase con calma para que no se dore y agréguese la harina; fríase durante 2 o 3’ y deslíese con la leche; pónganse una rama de perejil, un poco de tomillo, una pizca de laurel, algo de nuez moscada, sal y pimienta y déjese hervir unos minutos.
Pásese por el chino, vuélvase a ponerlo sobre el fuego y cuézase suave-mente por espacio de unos 35’.
Rec­tifíquese la sal y agréguense los quesos rallados; retírese del fuego; añádanse las dos yemas de huevo y líguese moviéndolo con tina cuchara.
Introdúzcanse las chuletitas, sujetándolas por el hueso, y bien envueltas de bechamel deposí­tense en una fuente y déjense enfriar perfectamente.
Bátasé un huevo, agregándole las dos claras de huevo y una cda de aceite; mézclese el pan y el queso rallados, a razón de dos partes de pan y una de queso; pásense las chuletas por huevo, envuélvanse bien en el pan y queso y fríanse en mantequilla clarificada y aceite (o en aceite y manteca).
Resultará un plato muy suculento poniendo en el centro de la fuente un rizotto con trufas o unas nouilles a la Financiera, colocando las chuletitas alrededor (véanse las recetas correspondientes).

Nota.- Envuélvanse las puntas de las chuletas con chorreras de papel.

Carnes - 05. - 050

Chuletas de cordero a la bechamel .050

Las chuletas han de tener su correspondiente costilla; móndese ésta para que quede el hueso limpio, acomódese la parte carnosa en redondo, sazónense, fríanse en manteca, escúrranse y resérvense en un plato.
Confecciónese una bechamel muy espesa (se la espesa haciéndola hervir despacio durante mucho tiempo y dándole vueltas con un batidorcito para que no se agarre; recargándola de harina se espesa antes, pero resulta luego muy ordinaria), introdúzcanse las chuletitas en la bechamel, sujetándolas por la costilla y moviéndolas hasta dejarlas bien envueltas.
Deposítense en una fuen­te y déjense hasta que estén perfecta-mente frías.
Envuélvanse en huevo y pan rallado y fríanse, cuando se vaya a servirlas, en aceite o manteca caliente.
En­vuélvanse las puntas de las costillas en chorreras de papel y sírvanse sobre servilleta, adornándolas con perejil.

Carnes - 05. - 050

Chuletas de cordero .050

(Cótelette de mouton)

Las chuletas se sacan del lomo, y para que sean de buen tamaño se parten a razón de dos costillas por cada chuleta; se suprime uno de los huesos, se les quita el de la espina dorsal, se limpia de piel la chuleta por la vuelta y se rasca el mango para dejarlo bien limpio.
Luego se corta a cuatro o cinco cen­tímetros de largo y con un machete puesto de plano se aplanan, dejándolas bien redondas y desprovistas de gordo.

Carnes - 05. - 050

Chuletas de cerdo encebolladas .050

4 chuletas de cerdo de unos 200 g cada una, 125 g de cebollas, 30 g de mantequilla, 1 cda de harina, cda y media de vinagre, cda y media de harina, 1 cucharadilla de mostaza, 1 cu­charón de caldo.

Quitese a las chuletas el exceso de gordo y hueso y há­gaseles una cortada en el borde para que no se encojan al cocer; salpimén­tense y fríanse en una sartén con 50 g de mantequilla a fuego moderado du­rante 25 o 30’, dándoles la vuelta para que se frían por ambos lados; sáquense de la sartén, escurriéndolas a un plato y conserván­dolas al calor.
En la misma grasa fríase la cebolla picada, cuidándola para que no se queme; cuando esté dorada añádase la harina, muévase con una cuchara y deslíese en seguida con caldo hirviendo.
Désele vueltas con una cuchara, y cuando rompa el hervor añádase el vinagre y déjese cocer algo retirado du­rante 5’.
Unos 5 o 6’ antes de servir introdúzcanse las chuletas en la salsa; caliéntense, pero sin que lleguen a hervir, pues se endurecerían.
Caliéntese una fuente y colóquense en ella las chuletas bien escurridas; añádase a la salsa una cucharadilla de mostaza, rectifíquese la sal y viértase la salsa por encima de las chuletas.
Sírvase.

Carnes - 05. - 050

Chuletas de cerdo en adobo .050

Chuletas adobadas, emparrilladas y servidas con una salsa picante.

Se limpian de piltrafas y se recorta la tez para que las chuletas no tomen mala forma al cocer.
Se ponen en una vasija de barro con un adobo de aceite, sal, orégano, tomillo, perejil, ajo y rajas de limón; se dejan así durante veinticuatro horas, teniendo el cuidado de darles la vuelta de vez en cuando.
Unos 15’ antes de servirlas se escurren y se secan bien con un paño y se emparrillan a fuego moderado.
Se emparrillan sobre una parrilla de barrotes anchos y se espera a que éstos estén muy calientes para colocar las chuletas.
Se salpimentan y se sirven, enviando aparte en una salsera una salsa pican­te o poivrade

Carnes - 05. - 050

Chuletas de cerdo con salsa picante .050

6 buenas chuletas, un poco de manteca, una cebolla regular, 1 cda de harina, 3 decilitros de caldo, 1 decilitro de vino blanco, 40 g de pepinillos en vinagre, 1 cda de mostaza, sal y pimienta.

Tiempo necesario: 40’.

Fríanse las chuletas con mucha calma (el cerdo se ha de cocer lentamente), salpiméntense y, cuando estén bien doradas, escúrran­se; sáquense en un plato y resérvense al calor.
Si tiene mucha grasa la sartén escúrrase ésta hasta que queden como unas tres cdas; échese entonces la cebolla bien picada y fríase; añádase hari­na, dórese, mójese con el vino y en seguida añádase el caldo, revolviendo con la cuchara para que no se apelotone.
Hágase hervir, tápese y cuézase a suave hervor durante diez minutos.
Introdúzcanse las chuletas en la salsa y consérvense al calor, pero sin que cuezan más: cociéndose se endurecen.
Cuando se vaya a servir escúrranse las chuletas, colóquense en una fuente calentada y desparrámense sobre ellas los pepinillos cortados en rodajas.
Desengrásese la salsa, pásese por el chino y vuélvase a calentarla mucho; rectifíquese la sal y pimienta; retirese del fuego, agréguese la mostaza, méz­clese bien y viértase por encima de las chuletas.
Sírvanse en seguida.

Carnes - 05. - 050

Chuletas de cerdo a la madrileña .050

4 chuletas, 4 cdas de aceite, 3 ramas de perejil, 2 dien­tes de ajo, un poco de pimentón, un pedacito de laurel, un poco de tomillo, sal y pimienta.

Píquense muy menudo el ajo y el perejil; colóquense en un plato; añádase aceite, perejil, laurel, tomillo, pimentón, sal y pimienta; méz­clese bien; añádanse las chuletas y déjense durante una hora, cuidando de dar­les la vuelta para que queden bien untadas; colóquense en una tartera unta­da con aceite e introdúzcase al horno hasta que estén hechas; procúrese que queden jugosas.
Sírvanse, enviando a la vez patatas fritas.

Carnes - 05. - 050

Chuletas de cerdo .050

Nota explicativa.- Las chuletas se deben coger del centro del lomo. Se les quitará todo el hueso que no sea imprescindible, dejando entero el de la costilla; éste se dejará bien limpio de pellejo y se macearán las chuletas para romper las fibras y para que no se deformen al cocer.
Luego se sazonan ligeramente con sal y pimienta, quedando en condiciones para asarlas, freírlas o guisarlas.

Carnes - 05. - 050

Chuletas a la papillote a la española .050.2

Colóquese en la hoja de papel, cortada a la, forma y untada con aceite o manteca, una cda de miga de pan rallado, perejil y ajo bien picadito; rocíese con aceite; encima colóquese la chuleta y cúbrase ésta con pan ralla­do, ajo y perejil picado y unas gotas de aceite.
Enróllese y métase al horno.
Cuézase como las anteriores.

Nota.- Aconsejo se dé a la chuleta unas vueltas en la sartén con manteca o aceite antes de ponerlas en la papillote. 

Carnes - 05. - 050

Chuletas a la papillote a la española .050.1

Una vez preparadas las chuletas y las hojas de papel co­rrespondientes como lo he explicado en la receta anterior, se coloca en cada una de las lonjas una tira muy delgada de tocino; se cubre con una capa de perejil y ajo picado y otra cda de salsa española, y para terminar otra lonjita de tocino fina.
Se enrolla como lo he indicado antes.
Se colocan en una tartera y se cuecen al horno muy suave, teniendo la pre­caución de darles vuelta para que se cuezan por ambos lados.

Carnes - 05. - 050

Chateaubriand a la maitre d'hotel .050

Prepárese y emparríllese como la anterior.
Una vez asado, se trincha en tres pedazos; se colocan en una fuente calentada, poniéndoles encima mante­quilla a la Maitre d'hotel.

Nota.- La mantequilla cabe condimentarla con Savora, salsa Perrins, esencia de anchoas, etc.; pero generalmente esto se hace en la mesa, escogiendo cada cual lo que más le guste.

Carnes - 05. - 050

Costillar de ternera .050

(carré de veau)

Manera de prepararlo.- Para obtener un costillar precisa un trozo de lomo bajo integrando de 6 a 8 chuletas.
Se diferencia del lomo alto en que las chuletas van limpias, es decir, sin el solomillo ni el riñón.
Al trozo se le quita el hueso y la espina dorsal, dejándolo bien limpio de nervios y piel; se conservan enteras las varillas de las chuletas, descubriendo bien las puntas; éstas se adornan luego con unas papillotes.
El costillar se asa o se guisa entero y admite las mismas guarniciones que el solomillo, el lomo alto y la riñonada.

Carnes - 05. - 050

Cordero guisado a la irlandesa .050

(Irist stews).

Para 8 personas

1 kg de carne de cordero sin hueso, 3 cebollas de buen tamaño, 3 patatas grandes y poco feculantes, 12 patatitas alargadas, 1 rama de perejil, 1 trocito de laurel, 1 pizca de tomillo, 1 clavillo de especia, 1 litro de caldo, sal y pimienta.

Píquense las cebollas, móndense las tres patatas gran­des y córtense en pedacitos (se han de deshacer al cocer para engordar la salsa); córtese también la carne en pedazos.
Póngase en una cacerola muy honda parte de las cebollas y de las patatas picadas; póngase sobre ello la mitad de los pedazos de carne; salpiméntense éstos (este guiso necesita buen condimento); añádanse también el claviillo de especia, la rama de perejil, el tomillo y el laurel, atados con un hilito.
Pón­ganse más cebolla y más patata y encima el resto de la carne; salpiméntese, cubriendo la carne con otra capa de cebolla y patata.
Echese el caldo, y si es necesario, para que todo quede bien cubierto, más del litro, y hágase hervir.
Cuando hierva métase en el horno y hágase cocer por espacio de una hora y media (hasta que las cebollas y las patatas se deshagan en puré).
Pélense las 12 patatitas y córtense por la mitad, dándoles forma ovalada (como aceitunas gordales), teniéndolas remojando en agua fresca hasta el momento de agregarlas al guisado.
A su hora sáquese la cacerola del horno, asegúrese de que las patatas y cebollas se han deshecho (si es preciso aplástense con la cuchara), y añádan­se las patatitas, adelgazando, si es preciso, la salsa con un poco más de caldo.
Tápese la cacerola con un papel recio untado con mantequilla; colóquese encima la tapadera y hágase cocer el guisado hasta que las patatitas estén blandas, pero enteras; añádase, si lo necesita, un poco más de pimienta y vuélvase a meter el guisado en el horno por espacio de unos 50’.
Retírese entonces del guisado el atadito del perejil, etc., y sírvase muy caliente.

Carnes - 05. - 050

Cordero en salsa .050

Para 8 personas

1 kg de espaldilla, chuletas, etc., de carnero o cordero; 50 g de manteca de cerdo o de aceite fino, 1 o 2 ce­bollas de buen tamaño, 2 ó 3 zanahorias medianas, 2 puerros y un nabo, 1 vaso de vino blanco ajerezado, 2 cdas de tomate, 2 dientes de ajo, 1 cda de perejil, 1 poco de nuez moscada, 24 cebollitas, sal y, si gusta, pimienta negra.

Nota.- El tomate podrá ser fresco o de conserva.

En primavera se le añadirá un buen puñado de guisantes tiernos y, si se quiere, se le pondrá, además, otro buen puñado de patatitas (como avella-nas).
En una cacerola se pone manteca y aceite fino y se añaden las dos cebollas, las zanahorias, los puerros y el nabo (todo bien pica­dito); después de unos minutos de fritura se añaden el ajo y el perejil, igual­mente picados, y se deja que vaya haciéndose poco a poco.
Cuando esté a medio hacer hágase lo siguiente: Cortado el cordero o carnero en trozos regu­lares se sazonan con sal y, bien envueltos en harina, se fríen en la sartén con manteca o aceite fino.
Se rehogan a fuego vivo y, bien doraditos por todo, se escurren y se ponen en la cazuela del frito.
Se añaden el vino blanco y el tomate, nuez moscada (unas raspaduras) y, si gusta, pimienta negra, y se deja cocer el conjunto hasta que esté hecho.
Entonces se retiran los trozos de cordero, se pasa la salsa por un tamiz y se vuelve a poner todo en la cacerola, que se habrá limpiado.
Se fríen las cebollitas con un poco de manteca y se agregan al guiso.
Se prueba por si hubiera que añadir más sal o un poco de azúcar para corregir la acidez del vino y del tomate.
Déjese cocer hasta que el cordero esté bien tierno, así como las cebollitas.
Siendo en primavera, se le podrán. añadir los guisantes (desgra-nados) y las patatitas mondadas (en otras épocas se podrá, queriendo, ponerle guisan­tes de bote y patatitas sacadas dé una grande con la cucharilla especial).
Téngase en cuenta que todo ha de quedar bien cocido, pero entero; por tanto, si el cordero se hubiera cocido ya, pero no aún la guarnición, sáquense los trozos a un plato, conservándolos al calor, tapados, echándolos de nuevo en la cazuela unos minutos antes de servir el guiso.
Otro tanto digo de las cebollitas y patatitas, si corren riesgo de pasarse.
También pueden ponerse alcachofitas nuevas y un puñado de setas, resultando así una menestra de cordero.

Carnes - 05. - 050

Cordero en chilindron .050

Para 6 personas

Medio delantero de cordero, 3 cdas de grasa (aceite o manteca de cerdo, mitad y mitad, o, mejor aún, agregando a la manteca la telilla del cordero, dejándola derretir), medio litro de salsa de tomate muy gorda, 5 pimientos rojos (frescos o de lata), sal y pimienta.

Para la salsa de tomate: un kg de tomates frescos bien maduros y colo­rados (o una lata de medio kg de tomate concen-trado), 150 g de tocino de jamón, 2 hermosas cebollas blancas, 2 dientes de ajo, una rama de perejil, aceite, sal, pimienta y azúcar.

Pónganse en una sartén al fuego el aceite y el tocino de jamón picadito; cuando éste se haya derretido añádanse las dos cebollas picaditas, los ajos y el perejil y hágase cocer lentamente, para que no se queme, la cebolla; bien doradita ésta se agrega el tomate (sea una lata de tomate concentrado o, mejor aún, tomates frescos mondados y bien exprimida el agua y las pipas para que la salsa engorde antes).
Cuando esté en buen punto sazónese con sal, pimienta y azúcar; pásese por el chino y resérvese.
Pártase el cordero en varios trozos y pónganse a rehogar en una cazuela de barro (con su telilla y manteca de cerdo o con manteca y aceite); bien dorado todo añádanse dos dientes de ajo; dórense y a continuación viértase por encima la salsa de tomate y déjese cocer muy lentamente hasta que esté bien tierno.
Media hora antes de cuando se vaya a servir añádanse cinco pimientos rojos, cortados en tiras, y déjese cocer hasta el momento de servir (otra me­dia hora).
Cuando los pimientos sean de lata bastará con escurrirlos y partirlos en tiras; pero, siendo frescos, habrá que asarlos y pelarlos antes.
Se probará la salsa, por si hubiera que ponerle más sal o azúcar (ésta se pone para corregir la acidez del tomate).
Para servir se amontonan los pimientos encima y se espolvorea con perejil picado.
Sírvase en la misma cazuela.

Carnes - 05. - 050

Cordero en blanquette .050

Para 8 personas

2 kgs de espaldilla de cordero, 200 g de champignons, 75 g de mantequilla, 12 ó 14 cebollitas, 2 yemas de huevo, 2 cdas de harina, 1 cda de perejil picado, 2 cucharadillas de jugo de limón, litro y cuarto de agua, sal.

Trínchese el cordero en pedazos y pónganse a remojar en agua fresca por espacio de dos horas, cambiando dos o tres veces el agua.
Escúrranse bien los pedazos de cordero y pónganse en una cacerola pro­porcionada; échese litro y cuarto de agua; han de quedar bien cubiertos (cre­yendo hacerlo mejor, no vaya a ponerse caldo, pues precisamente es agua lo que necesita este guiso); agréguese sal y una cucharadilla de jugo de limón y póngase al fuego.
Espúmese perfectamente; añádanse las cebollitas y los champignons (frescos o de lata) y déjese cocer aproximadamente por espacio de 50’: el cordero no ha de cocerse demasiado.
Pónganse en una cacerolita 40 g de mantequilla y caliéntese; añádase la harina y cuézase sin dorarlo; deslíese con caldo de cordero, removiéndolo con el batidor para que no se apelote; hiérvase durante un minuto.
Póngase en una taza lo restante de la mantequilla, las yemas de huevo y unas gotas de limón (o vinagre); deslíese con un poco de caldo y añádase a la salsa; cuando rompa el hervor añádase el cordero.
Vuélquese en una fuente honda, calentada, y espolvoréese con perejil picado.
Sírvase.

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Cordero en ajillo .050

Aplíquese exactamente la receta de la Ternera en ajillo. 

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Cordero con hortalizas .050

(Carré d'agneau aux primeurs).

Un asado de chuletas de cordero presentado con una guarnición de hor­talizas.

Una cinta de chuletas de cordero, 1 manojo de nabos, un manojo de zanahorias, 750 g de guisantes (sin desgranar), 250 g de judías verdes, 1 coliflor pequeña, 250 g de patatitas tempranas.

Se preparará la cinta de chuletas, se untará con manteca de cerdo y se asará al horno, calculando unos 15’ de horneo por medio kilo de carne.
Aparte se cocerán las hortalizas con agua y sal, según viene explicado en sus respectivas recetas, y se saltearán con mantequilla.

Presentación del plato.- Se colocan las chuletas en una fuente calen­tada (si se trinchan en la cocina se partirán por completo y se colocarán de manera que parezca que el trozo está entero); se adornan alrededor con las verduras y se rociarán (las chuletas) con el jugo del asado, bien desen­grasado.

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Cordero asado .050

La cantidad de cordero es facultativa, pues depende del número de comen­sales. La parte más indicada para el asado es la pierna con su riñón, llamado cuarto trasero, pero también puede asarse medio (o dos medios).
Se escogerá un cordero que no sea muy crecido, bien blanquito y cubierto el riñón de sebo, pues será más jugoso y tierno.
El car­nero, como es más viejo, es más duro y necesita más tiempo para hacerse, y por ello no resulta tan fino.
Elegido el cordero, se limpia, se le hacen unas cortaduritas en los ner­vios, se le echa sal y se frota por todo con un poco de ajo y se pone a asar con muy poca manteca en una tartera al horno.
Hay quien no le pone nada de grasa, pues siendo bueno tiene bastante con la suya.
En este caso se pone un poco de agua en el fondo de la tartera para que no se queme.

Nota.- El método antiguo era asar el cordero en una cazuela grande bien tapada.

Elíjase el método que más guste, pero que se haga con calma, cuidando de darle vueltas y retirando de la tartera o cazuela la grasa sobrante para que no se refría en ella el cordero; aproximadamente necesitará para hacerse unas dos horas y media.
Al final se aviva el fuego y se rocía por encima con su grasa para que se dore, y unos minutos antes de sacarlo del horno se le podrá rociar con unas gotas de buen coñac, lo cual hará que se tueste y quede bonito (pero no es indispensable).
El cordero ha de estar bien asado, hasta desprenderse el huesa de la carne.
En el horno se hace antes, pero generalmente queda el hueso adherido a la carne (cabe asarlo en cazuela y luego dorarlo al horno).
Se sirve con patatas fritas y una ensalada de lechuga.
Siendo nuevas las patatitas pueden cocerse juntamente con el cordero; se ponen cuando el cordero está medio asado.
Las patatas pueden suprimirse, pero no la ensalada de lechuga.

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Carnes emparrilladas .050

Se llaman así las carnes ajadas en la parrilla sobre el fuego.
Se emparrillan la entrecôte, el beefsteak y el rumpsteak (vocablos extran­jeros que por el uso se han adaptado al español), y también se emparrillan las chuletas o costillas.
La entrecóte es una chuleta de buey, sin hueso, o más propiamente. cor­tado del lomo «entre dos chuletas o costillas»; de ahí su nombre, que, tradu­cido literalmente, es «entre costillas».
El bistec es un trozo de solomillo de buey cogido del centro.
El rumpsteak es un filete grande de carne de buey cogido de la cadera.

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Carnes asadas .050

Asar es cocer una carne por concentración, pues la carne ha de conser­var todo su jugo dentro; si por cualquier motivo se escapa el jugo, la carne se seca, quedando en hebras secas.
Por consiguiente, se han de hacer a fuego vivo, para que se forme en se­guida una corteza que impida que salga el jugo.
Un asado bien hecho no ha de tener salsa (si es necesario se confecciona una salsa aparte).

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Carnero guisado a la francesa .050

Para 8 personas

1 kg de carne de carnero deshuesada, 250 g de patatitas nuevas, 150 g de zanahorias, 150 g de nabos, 100 g de cebollitas, 30 g de mantequilla, tres cuartos de litro de caldo, 2 tomates, 1 vaso de vino blanco, 1 cda de manteca de cerdo, 1 cda de ha­rina, laurel, clavillo de especia, perejil, sal, pimienta y 1 pellizco de azúcar.

Córtese la carne en trozos y rehóguense en manteca; escúrrase la grasa de la cacerola y espolvoréense los trozos con sal y azúcar; déseles unas vueltas, échese el vino y cuézase hasta consumir el vino; espol­voréese con harina, añádase el caldo y téngase en ebullición durante unos mi­nutos; retírense los trozos en un plato y resérvense, al calor.
Pásese la salsa por el chino; vuélvase a colocar el carnero en la salsa; añádanse perejil, laurel, clavillo de especia y pimienta y déjese cocer con calma durante tres horas.
Ráspense los nabos y las zanahorias (si son grandes, córtense en trozos) y fríanse, así como las cebollitas, en un poco de mantequilla; agréguense al guiso, más o menos pronto, según sean de tiernas.
Las patatitas se añadirán unos 30’ antes de servir.
Sírvase muy caliente.

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Carne guisada a la moderna .050

Un kg neto de carne (solomillo, tapa, chuletas deshuesa­das), 325 g de patatitas (peso neto), 175 g de mantequilla, 1 cebolla regular, 1 cda de aceite, 200 g de picadillo compuesto de trufas, setas y aceitunas deshue-sadas, 1 ramito de perejil, laurel y tomillo atados con un hilo, 1 buen pellizco de azúcar, sal y pimienta.

Nota.- Para este guiso es necesaria una cacerola cuya tapa ajuste bien y con una separación interior, como las besugueras; se guisa todo en el fondo, y encima del enrejado se colocan las patatitas para que se cuezan al vapor.

Colóquense en el fondo la mantequilla, el aceite (ya frito), la cebolla cortada en rodajas, el picadillo, el ramito y encima la carne; espolvoréese con sal, azúcar y pimienta; póngase la separación y colóquense en ella las patatas.
Tápese bien y póngase a cocer al horno por espacio de tres horas (ha de cocer lentamente).
Cuando está tierna levántese el enrejado con las patatas, retírese la carne a un plato y pásese todo el condumio por el chino, apretando mucho.
Colóquese este puré en una fuente calentada; en el centro póngase la car­ne trinchada y alrededor las patatitas.
Sírvase.

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Carne de vaca en adobo de ciervo .050

Kg y medio de redondo, 300 g de jamón curado, 125 g de cebollas, 100 g de zanahorias, 1 litro de vino blanco, cuarto de litro de vinagre, 2 cdas de mantequilla de cerdo, 4 ó 5 puerros, 2 dientes de ajo, 2 ramas de perejil, 1 rama de tomillo, 1 hoja de laurel, 2 clavillos de especia, un poco de orégano, un pellizco de pimienta negra en grano, tocino para mecharlo, caldo, sal.

Escójase un trozo de carne de vaca (o de buey) que sea del principio de la pierna (redondo), despójese de nervios y piltrafas y ya lim­pio póngase en un fuerte adobo, compuesto de medio litro de vino, del vina­gre, las zanahorias y las cebollas cortadas en trozos, el ajo, los puerros, el perejil, el laurel, el tomillo, los clavillos, sal y pimienta.
Déjese adobar por espacio de tres días, dándole vuelta por la mañana y por la noche y cuidando de que quede cubierto con el adobo.

Nota.- El condimento podrá ser más o menos fuerte, según el gusto de quien lo vaya a comer; pero para estar bien ha de estar fuertemente condimentado.

Límpiese la carne con un paño y méchese con el tocino; en seguida pón­gase en una cacerola con manteca de cerdo y el trozo de jamón con el tocino que tenga; agréguese lo restante del vino blanco y caldo y hágase cocer a fue­go vivo, teniendo la precaución de darle vuelta a menudo (al final se dejará cocer más lentamente y tapado).
Ya cocido déjese enfriar (ha de dársele, cuan­do menos, un reposo de seis horas).
Córtese en rajas muy delgadas y adórnese a capricho.

Carnes - 05. - 050