Brazuelo de ternera, solomillo de buey, redondo, etc.
Un kg de
carne (peso neto), un kg de tomates frescos (o una lata de pasta fina de
conserva), 60 g de manteca, 2 cebollas grandes, 6 puerros, 2 ó 3 dientes de
ajo, 1 cda de harina, 1 vaso de vino blanco, perejil, 1 buen pellizco de
azúcar, sal y pimienta.
Póngase manteca en una cacerola y caliéntese; espolvoréese
el trozo de carne con sal y azúcar y rehóguese en la manteca hasta dorarlo;
añádanse las cebollas picadas, los dientes de ajo y los puerros cortados a
pedazos; fríanse, rocíense con harina y agréguense los tomates (pelados y sin
semillas), el vino, el caldo y la pimienta.
Déjese hervir tapado y despacio hasta que esté tierno.
Pásese la salsa; si está delgada téngase en ebullición
hasta dejarla en buen punto.
Rectifíquese la sal y azúcar (el vino y el tomate
comunican mucha acidez, que hay que correguir con azúcar); vuélvase a poner la
carne en la salsa; caliéntese y sírvase, adornándola con panes fritos.
Nota.- Si gustan, agréguese
clavillo de especia, laurel, tomillo, etc.
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