Livianos de ternera o de cordero (pulmones, higado,
corazón, etc.), cebolla, ajo, perejil, pimentón, especias si se quiere, aceite,
patatas.
Se parten los livianos
en trozos pequeños y se rehogan en la sartén. El corazón y los pulmones deben
rehogarse solos y ponerse a cocer aparte, pues son más duros que el resto y
deben cocer antes unas dos horas.
Los livianos rehogados
se pasan escurridos a una cacerola.
En el aceite de
freírlos se rehoga cebolla, ajo y perejil picado, luego se agregan unas patatas
peladas y partidas en trozos regulares. Cuando todo está rehogado se echa sobre
los livianos, así como una hojita de laurel, o alguna otra hierba, como
hierbabuena, tomillo, etc., y el agua hirvíendo necesaria para que cuezca. Se
agregan el corazón y los pulmones que ya habrán cocido solos para que tomen la
sazón y terminen de cocerse.
Se sirven en fuente
honda y caldoso, sin exceso.
Carnes - 05. - 047
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