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viernes, 5 de septiembre de 2014

Pollo a la buena mujer .050

(Poulet à la bonne femme).

Un pollo, 150 g de mantequilla o el equivalente de manteca de cerdo, 100 g de cebollas, 100 g de zanahorias, 60 g de harina, 100 g de tomates, 400 g de patatas (peso neto), 1 cda  de perejil pica­do, tres cuartos de litro de caldo, sal y pimienta.

Póngase en una cacerola al fuego la mantequilla con la cebolla picada y la zanahoria cortada en rajitas; rehóguese durante cinco minutos, removiendo con una cuchara; añádase el pollo cortado en trozos; sazónese con sal y pimienta y cuézase 5’, removiendo; agréguese la harina y cuézase por 3’ más, y a continuación adiciónense el cal­do y los tomates mondados y quitadas las pepitas.
Remuévase, y cuando rompa el hervor sepárese a un lado y déjese hervir a fuego lento durante unos 20’ con las patatas mondadas y cortadas en pedacitos cuadrados.

Espol­voréese con perejil picado y sírvase.

Pollo a la buena dama .050

(Poutet à la bonne dame).

Pollo salteado y servido en una cocota con una guarnición de aceitunas, cebollitas y zanahorias.

Un pollo, 12 cebollitas, 12 zanahorias, 24 aceitunas, 125 g de tocino magro, 50 g de mantequilla y 2 6 3 cdas de aceite fino ó 100 g de manteca de cerdo, 40 g de mantequilla, 1 decilitro de vino blanco, 5 cdas de salsa medio glasa, perejil picado, sal y pimienta.

Pónganse a cocer por separado las cebollas, y las zana­horias con caldo, 20 g de mantequilla y un pellizco de azúcar; cuando las cebollas es­tén a medio cocer y las zanahorias un poco más cocidas pónganse en una cazuela ovalada de porcelana, llamada cocota, la mantequilla y el aceite o la manteca de cerdo, y cuando esté bien caliente pónganse el pollo partido en trozos y el tocino cortado en pedacitos cuadrados, sazónese con sal y pimienta y a continuación añádanse las cebollitas y las zanahorias.
Tápese y déjese cocer lentamente hasta que esté bien tierno; escúrrase casi toda la grasa que esté en la cazuela e incorpórense las 24 aceitunas, previamente deshuesadas y escaldadas; agréguese el vino y déjese reducir durante unos minutos; adició­nese la medio glasa, y cuando rompa el hervor espolvoréese con perejil picado y sírvase en la misma cocota.

Aves y caza - 03 .050

Pollitos sabrosos .049

Se eligen tres pollitos tomateros, se avían como es debido, y con los menudillos -algunos los cuezo un poco- bien pica­dillos y mezclándolos con manteca derretida, sazonado como es debido, y unos huevos duros picados, hago un amasijo con el que relleno los pollejos.
A continuación, los echo a rehogar en una cazuela grande con manteca, y unos cascos de cebolla.
Los baño con una buena chorretada de vino blanco y un cacillo de caldo.
Se dejan cocer hasta que estén a punto; la salsa se espesa con alguna yema de huevo.

Aves y caza - 03 .049

Pintadita a la crapaudine .050

Véase Pichones a la Crapaudine.

Aves y caza - 03 .050

Pintadas .050

La pintada es un ave de corral poco apreciada aún en España.
Admite desde los tres meses hasta seis los mismos condimentos que los pollitos jóve­nes, los pichones y los perdigones o perdigachos, y en llegando a los seis meses se le aplican los mismos guisos que a los pollos, poulardes, patos y faisanes.
La pintada no se puede comer recién matada, pues resulta dura; es nece­sario dejarla descansar durante tres o cuatro días colgada fuera, pero tenien­do cuidado de que no se moje si lloviera.
Se despluma, se vacia y se flamea como el pollo.

Aves y caza - 03 .050

Pintada en salmis .050

Véase Pato en salmis.

Aves y caza - 03 .050

Pintada con nabos .050

Véase Pato con nabos.

Aves y caza - 03 .050

Pintada asada .050

Véase Pollo asado.

Aves y caza - 03 .050

Pintada al palace .050

Véase Polí os al Palace. Y así sucesivamente.

Aves y caza - 03 .050

Pintada a la cazadora .050

Véase Pollo a la Cazadora.

Aves y caza - 03 .050

Pierna de corzo asada .048

El siguiente verso, si así puede llamársele, tuve yo la debilidad de escribirlo y dedicárselo a una cocinera muy guapa a quien yo amaba platónicamente allá en los albores de mi juventud y de mi furor culinario:

   Tomarás de un buen corzo la pierna entera
y, untándola con ajo, pimienta y vino,
al momento la pones en la tartera
echándole sal, grasa y un clavo fino.
   Déjala estar dos horas tapada, y luego
la coges cariñosa con gran cuidado,
la metes en el horno, y a todo fuego
procuras que te tome color dorado.
   La quitas; la colocas sobre la fuente.
La espinilla la envuelves con papelitos,
y procurando siempre que esté caliente
haz que almuercen con ella los señoritos.

Aves y caza - 03 .048

Pichones rellenos a la huertana .050

(Pigeons farcis á la Paysanne).

3 pichones, 125 g de picadillo de magro de cerdo, 30 g de pan remojado en leche, 1 cebolla corriente, 1 ajo, 1 huevo, 1 pellizco de perejil picado, 1 polvito de especias, sal y pimienta.

Para la salsa y el aderezo: 100 g de tocino entreverado, 10 cebollitas del tamaño de una aceituna gorda, 25 g de manteca de cerdo, medio vaso de vino blanco, 1 cucharón de caldo,  rama de perejil, sal y pimienta.

Destrípense y flaméense los pichones; córtenseles las pa­tas y la cabeza, dejando un buen trozo de pellejo del pescuezo.
Confecciónese el relleno: píquense finamente el magro, los higadillos, la cebolla, el ajo y perejil, pasándolo dos veces, si es necesario, por la máquina; añádale el pan remojado con leche y sazónese con sal, pimienta y especias; agréguese el huevo batido y remuévase bien para que resulte muy fino.
Rellé­nense los pichones por el buche y ármense, cosiéndolos con hilo bala.
Rellé­nense en una cacerola al fuego la manteca de cerdo; añádase el tocino cortado a cuadraditos; una vez dorados déjense en un plato; pónganse enton­ces las cebollitas, dórense y, bien escurridas, colóquense en el plato de los toci­nitos; pónganse igualmente los pichones, y una vez bien dorados por todos los costados sáquense y déjense en un plato.
Echese la harina, siempre en la misma grasa; dórese, deslíese con el vino y el caldo.
Cuando rompa el hervor vuélvanse a poner los pichones, los tocinos y las cebollitas; añádanse una rama de perejil, sal y pimienta; cuézase al fuego vivo y cuando rom­pa de nuevo el hervor tápese herméticamente e introdúz-case al horno para que termine su cocción (aproximadamente unos 45’ de cocción lenta).
Ya en buen punto retírese la cacerola del horno, quítese la rama de pere­jil, quítense los hilos a los pichones, desengrásese la salsa y rectifíquese la sal.
Sírvase.

Aves y caza - 03 .050

Pichones rellenos .047

Se hacen como los "pollos rellenos". 

Aves y caza - 03 .047

Pichones rebozados .048

Se cuecen los pichones en el puchero.
Se dividen a la mitad.
Se envuelven en huevos batidos y ralladuras de pan.
Se fríen en manteca de cerdo.
Cuando están muy dorados se sirven sobre hojas y cogollos de lechuga aderezada.

Aves y caza - 03 .048

Pichones para pastelon .048

Para cada cuatro pichones se reduce a picadillo una libra de lomo de cerdo, perejil, ajo y un cuarterón de pan fino «reseso», empapado en leche, y se sazona con sal, pimienta y azafrán, amasando este picadillo con 4 huevos crudos, dorándolo en la sartén en bastante cantidad de grasa y dejándolo enfriar.
Con la mitad de este picadillo se rellenan los 4 pichones se atan después cuidadosamente, haciéndolos dorar en manteca de cerdo.
Se separan, y en la grasa sobrante se fríen tres o cuatro cebollas, según el tamaño.
Una vez fritas se retiran de la grasa, haciendo pasar por ésta un cuarterón de jamón en magras y una zanahoria en cuatro pedazos.
Pichones, jamón, cebollas y zanahorias pasan a formar parte de un mismo negociado.
Echese la sartén el agua suficiente para cubrir los pichones; déjese hervir en unión de la grasa, y mézclese luego el agua a los pichones y demás ingredientes.
Háganse cocer hasta que estén tiernos.
En una cda de grasa bien caliente se hace tomar color a una buena cda de harina de flor, que se mezcla al guisado 10 o 12’ antes de terminar la cocción.

Aves y caza - 03 .048

Pichones ensartados .048

Limpios los pichones, se atraviesan a lo largo en una varilla de hierro, salándolos previamente.
Se coloca la varilla en una sartén sobre brasas, se arma el operador de paciencia y comienza a darle vueltas para que los pichones se asen por igual.
Cuando empiezan a estar en punto se untan de manteca de cerdo derretida, valiéndose para ello, de cuatro plumas de los interfectos, convenientemente pasadas por agua.
Siga el movimiento y sigan las manos de pintura a intervalos, hasta que la piel de los «cándidos» esté bien dorada y forme a manera de burbujas en la superficie.
Después, a la fuente, lechuguita por encima, y a la mesa.

Aves y caza - 03 .048

Pichones en timbal .048

Partidos los pichones al medio, cuécense en agua con zanahorias, chirivías, cebollas y perejil.
Redúcense luego las legumbres a pasta, deshaciéndolas en el mortero y pasándolas por tamiz o pasadera fina.
Júntase este puré con medio cuartillo o tres cuarterones de leche, y en la mezcla deslíese una cda de harina de flor, sazonándola con sal y pimienta, y añadiéndole además una nuez de manteca de vacas.
Pónese la mezcla al fuego, agitándola constantemente.
Cuando hierve y espesa añádanse los pichones, que deben cocer 5 o 6’, retirando todo del fuego y dejándola enfriar.
Prepárase un molde con masa de timbales y colócase dentro el guiso, tapándolo, adornándolo y metiéndolo en el horno.

Aves y caza - 03 .048

Pichones en salsa rubia .048

Se parten al medio los pichones, después de limpios, y se rehogan en manteca de cerdo.
Se colocan en una tartera, se les pone caldo y vino de Jerez a partes iguales, y se hacen cocer a fuego lento, cubriendo la tartera con un papel de estraza debajo del tiesto.
En la manteca que sobró se fríe una cda de cebolla bien picada, que se incorpora a los pichones, agregándole además alguna harina tostada, para que la salsa espese, una rama de perejil, sal, pimienta y un punto de azúcar (casi nada).
Cuando van a servirse los pichones se les añade un picadillo abundante de jamón frito y huevo cocido.

Aves y caza - 03 .048

Pichones en salsa .049

Se avían los pichones y, después de escaldarlos, los echo a cocer en un cacharro con un cuartillo de vino blanco, dos o tres cacillos de caldo, un par de cebolletas, perejil, sal y pimienta.
Mientras se van haciendo, preparo esta salsa: en una cazuela con manteca, rehogo las setas y las gambas, ya peladas: agrego un par de cdas de harina y el caldo en que cocieron los pichones.
Cuando se reduzca al hervir, se traba con las yemas de huevo batidas en un poco de leche, y sazonadas.
Pongo los pichones en una fuente, ya trinchados, alrededor las gambas, por encima la salsa, y a la mesa.

Aves y caza - 03 .049

Pichones en salmis .050

Véase Salmis de perdices.
Aves y caza - 03 .050 

Pichones en compota .050

(Pigeons en compota).

Llámanse así por lo tiernos que han de resultar, hasta el punto de par­tirlos con el tenedor sin ayuda del cuchillo (es la característica del guiso), y para conseguirlo se han de cocer muy lentamente durante unas tres horas cuan­do menos.
Los pichones, a pesar de todo, así como las cebollitas de la guar­nición, se han de conservar bien enteros; por lo tanto, hay que llevar la cocción siempre a la misma marcha, sin precipitación, pero tampoco con paradas.
En resumidas cuentas: se trata, dicho llanamente en español, de un suculento es­tofado.

Para 6 personas

3 pichones corrientes (ni muy jóvenes ni muy mantecosos; tampoco demasiado viejos), 150 g de tocino entreverado, 275 g de cebollitas (del tamaño de una aceituna gordal), medio litro largo de jugo de ternera casero, 2 decilitros de buen vino blanco, 30 g de man­tequilla, 1 ramito de hierbas, 20 g de harina, sal y pimienta.

En una cacerola al fuego pónganse la mantequilla y el tocino cortado en cuadraditos; cuando se hayan dorado escúrranse y déjense en un plato.
Los pichones, bien limpios, se sujetan con unas vueltas de hilo; se les intro­duce dentro sus propios higadillos y se refríen en la grasa del tocino hasta de­jarlos bien doraditos por todos sus costados; conseguido esto sáquense de la cacerola y déjense con los tocinos.
Ténganse preparadas las cebollitas (se les habrá dejado bien limpias) y refríanse también en la grasa de los tocinos (han de dorarse ligeramente); cuando lo estén espolvoréense con la harina, sacúdase la cacerola para que se una bien y sin que se fría mójese con el jugo; a continuación échese el vino, que ha de ser muy bueno; hágasele hervir y cuando esté en ebullición échese sobre los pichones y las ce­bollitas, que se tendrán ya puestos en otra cacerola, donde han de caber justo, más bien apretados.
Arrímese al fuego vivo y cuando esté en ebullición tápese lo más herméti­camente que se pueda con un papel recio untado con mantequilla y luego con la tapa haciendo presión.
Póngase la cacerola en el horno con temperatura moderada y déjese cocer con calma hasta que los pichones estén bien tiernos (como todos los guisos, habrá que mirarlos de vez en cuando por si hirviera demasiado o se hubiera consumido el líquido, etc.).

Presentación del plato.- Retírense los hilos de los pichones, colóquense enn uná fuente honda calentada y viértase por encima el jugo, colocando las cebollitas alrededor.
Si la salsa tuviera demasiada grasa habría que desengrasarla, y si fuera clara, previamente retiradas las cebollas, hervirla a fuego vivo hasta dejarla reducida a la cantidad y espesor necesarios.

Nota.- Este plato, conservándolo al calor, podrá esperar una o dos horas. 

Aves y caza - 03 .050

Pichones en cazuela .048

Se dividen en dos trozos cada uno de los pichones, y se colocan en una tartera, en donde se pondrá además una cabeza de ajos, un par de cebollas, una rama de laurel, un cacillo de caldo, una copa de buen vino blanco, una rama de perejil, pimienta, zumo de limón y sal.
Se baña todo con aceite crudo y se pone a cocer a fuego lento, colocando un papel de estraza debajo del tiesto que cubre la tartera.
Cuando los pichones están tiernos se retiran del fuego, y en una fuente se depositan tantas tostadas de pan fritas en aceite como trozos de pichón haya, poniendo éstos sobre cada una de aquéllas y bañándolo todo con la salsa.

Aves y caza - 03 .048

Pichones en cartuja .050

Véase Perdices en cartuja. 

Aves y caza - 03 .050

Pichones con nabos .050

Véase Pato con nabos.

Aves y caza - 03 .050

Pichones con guisantes .050

(Pigeons aux petits pois).

2 pichones, 600 g de guisantes desgranados, 125 g de tocino magro, 50 g de mantequilla o de manteca de cerdo, 25 g de harina, 4 decilitros de caldo, sal y pimienta.

Limpios los pichones, se flamean con llama de alcohol, se corta el pescuezo, se vuelve a meterles el higadillo y se arman.
En una cacerola se ponen 30 g de mantequilla o manteca de cerdo y se añade el tocino, previamente cortado en cuadraditos; cuando haya tomado color retírese con una espumadera y déjese en un plato.
Pónganse los picho­nes y rehóguense; añádanse las cebollitas y a continuación la harina y cuando todo haya tomado un color dorado deslíese con caldo; agréguense los guisan­tes, los tocinitos y un ramito de hierbas (perejil, tomillo y laurel); sazónese con sal y pimienta y déjese cocer el conjunto a fuego lento durante 30’.
Obsérvese si todo está cocido y rectifíqujese la sal; échense en un plato hondo los guisantes, las cebollitas y los tocinitos; encima colóquense los picho­nes partidos en dos.
Sírvase.

Aves y caza - 03 .050

Pichones con arroz .050

2 pichones, 500 g de arroz, 50 g de jamón, 4 tomates, caldo, manteca y aceite para freírlos (si gusta más, póngase mantequilla en vez de manteca de cerdo), 1 cebolla grande, 2 dientes de ajo, perejil, sal, pimienta y unas hebras de azafrán (no gustando se suprimen).

Pónganse aceite y manteca en una cacerola, caliéntese y rehóguense los pichones enteros; cuando están a medio dorar agréguense la cebolla picada, ajos, tomates (mondados y retiradas las simientes) y el jamón cortado en cuadraditos; después de un rato agréguese el arroz, y bien rehoga­do éste añádase caldo a razón de dos tazas algo escasas de caldo por cada taza de arroz (si se quiere el grano más suelto se añadirá menos agua, o algo más si se le quiere muy tierno); salpiméntese.
Májense en el mortero los ajos fritos, perejil y azafrán; deslíese con un poco de caldo, y añádase al guiso.
Ya roto el hervor acábese de cocerlo en el horno con calor moderado.

Aves y caza - 03 .050

Pichones al sauternes .050

(Pigeons au sauternes).

2 pichones, 100 g de zanahorias, 100 g de cebollitas, 70 g de jamón curado, 50 g de mantequilla, 2 cda s de aceite, cuar­to de litro de Sauternes, perejil, tomillo, laurel, sal y pimienta.

Una vez preparados los pichones ráspense las zanaho­rias, que han de ser diminulas, y quíteseles la primera envoltura a las cebo­llitas, que han de ser del tamaño de una aceituna gordal; lávense y séquense.

Nota.- No habiendo zanahorias pequeñas, córtense en dos o tres pedazos y moldéense en forma de pequeñas; las cebollitas se adquieren todo el año ensartadas por docenas.

Téngase una cacerola cuya tapa ajuste bien y póngasela al fuego con la mantequilla y dos cda s de aceite fino; caliéntese, añádanse los pichones y rehóguense un poco; en seguida adiciónense las zanahorias, las cebollas y el ramito de hierbas; sazónese con sal y pimienta y cuézase a fuego moderado por espacio de treinta minutos, dando vuelta a los pichones para que se doren por todo y removiendo las legumbres para que no se quemen; añádase el vino, introduciéndolo en los pichones; cuando rompa el hervor tápese y póngase al horno por espacio de una hora, rociándolos durante la cocción dos o tres veces con su salsa.

Nota.- Si a la hora los pichones y las zanahorias no están tiernos cuezánse un poco más.

Una vez en punto sáquense los pichones y déjense en un plato; desen-grásese la salsa (la salsa ha de quedar siruposa y muy brillante; si no lo estuviere retírense las zanahorias y cebollitas, que han de conservarse enteras, y cué­zase la salsa durante unos minutos más).
Trínchense en sentido horizontal y colóquense en una fuente redonda, ca­lentada; pónganse las cebollitas y zanahorias alrededor y viértase por enci­tna la salsa, colándola por el chino.
Sírvase.

Aves y caza - 03 .050

Pichones al limon .049

3 ó 4 pichones regulares, manteca de cerdo, 1 limón

Se avían como es debido, los pobres animalitos; se parten en dos mitades, se sazonan y se rehogan en una cazuela de barro, a la lumbre, con manteca de cerdo.
Aparte, hago una salsa con los higadillos y demás menudillos, que se majan en el mortero, desatando con un poquejo de caldo caliente y sazonando con un trocico de corteza o zumo de li­món, una chispa de cominos y sal.
Se vierte esto, se dejan que tomen gusto, y a la mesa.

Aves y caza - 03 .049

Pichones a lo mixto N. O. Ascendente .048

Un oficial de Correos, que además de serlo es muy amigo mío, y que se pasa la vida yendo desde La Coruña a Venta de Baños y viceversa, me explica en una sustanciosa carta el modo de guisar en el departamento de Correos, aun cuando los guisos sean de alguna complicación.
He aquí algunos párrafos de la carta aludida:

«En Venta de Baños, un natural de Calabaz,anos, por un perro grande me pone en posesión de unos pimientos morrones del tamaño de un proyectil del 42. Continúa el tren conmigo y con los pimientos hasta Villalumbroso, en donde se abre la portezuela del departamento y el cartero me propone un negocio de compra-venta, en virtud del cual, por una veinte, me entrega los cuatro palominos de que es portador.
Concibo mi plan, y en Villada uno a mis anteriores compras dos chorizos de Trobajo y tres reales de jamón.
»De nuevo el mixto en marcha, le hago ver a los volátiles el deber en que están de abandonar la vida, y al llegar a Grajal abandono el departamento en que voy y me interno en «Alfonso VIII », que así se llama la locomotora que nos conduce, y previos los saludos de rúbrica a Servando, el maquinista, someto los cadáveres a unas inhalaciones de vapor que los dejan a imitación del gallo de Morón, sin plumas, pero éstos además no cacarean.
»De nuevo en mi coche, procedo a internarme en los intestinos de los «cándidos», quitándoles todo aquello y sustituyéndoselo por una mezcla preparada con el jamón, el chorizo, los hígados de los «interfectos», cebolla, perejil y sal.
»Sobre dos quinqués de aceite pongo una tartera con más aceite, y allí rehogo los pichones cuando está sin rancio.
Una vez dorados, cada pichón pasa a ocupar el interior de un pimiento, y al aceite que queda en la tartera le añado un amasijo de pan frito, unas cuantas avellanas y una yema de huevo cocido, todo mezclado con un poco vino blanco y un punto, de nuez moscada, y en la mezcla coloco los rojizos ataúdes.
Quito mecha y dejo que cueza todo lentamente.
»En Palanquinos, mi compañero y yo procedemos a la consiguiente inves-tigación, que no puede ser más satisfactoria.
Hay después unas libaciones de vino del Barco de Valdeorras; mi compañero enciende un cigarrillo, yo me asomo, Servando hace sonar el silbato y el tren modera la marcha hasta detenerse en León, en donde da fin la receta que me permito someter a su consideración, participándole que si llego a verla publicada en la quinta edición de LA COCINA PRÁCTICA constituirá para mí una efemérides digna de codearse con el día que la novia me dijo que sí o aquel en que fui presentado a los señores de Anzobre.
»Suyfsimo,

GONZALO ABELLO.

» En ruta, a 13 de Noviembre de 1916.»

Aves y caza - 03 .048

Pichones a la tartufa .050

(Pigeons à la tartuffe).

Pichones empanados y servidos con una salsa aparte.

3 pichones, 2 decilitros de caldo, 100 g de lengua a la escarlata, 180 g de jamón cocido, 1 cda  de harina, 1 cda  bien llena de cebolla picada, 50 g de mantequilla o de manteca de cerdo, 2 huevos, pan rallado, aceite, perejil, sal y pimienta.

Tiempo necesario: 40’.

Empiécese por preparar la salsa.
Para esto póngase al fuego una cacerolita con 20 g de mantequilla o de manteca de cerdo; añádase la cebolla picada, cuézase durante unos minutos y antes de que esté dorada añádase la harina; cuézase a fuego lento, removiéndola con una cuchara hasta que se haya tostado (sin quemarse); deslíese con el caldo y cuando hierva sepárese un poco para que siga cociéndose a poco hervor, cuidando de espu­marla de vez en cuando.
Los pichones, previamente destripados y pasados por llama de alcohol, trínchense por la mitad en el sentido de la largura, dividiendo cada pichón en dos trozos; quítenseles las patas, péguese un poco con el machete puesto de plano para dejar los trozos lo más derechos que se pueda, quitándoles los huesos partidos; hecho esto colóquense en una tartera, sazónense con sal y pimienta, rocíense con mantequilla o con manteca de cerdo derretida y mé­tanse a horno caliente por espacio de 15 a 18’.
Mientras tanto póngase la lengua en el mortero y macháquese hasta po­nerla en pasta fina; añádanse 30 g de mantequilla, mézclese bien y pásese por un tamiz, reservando lo pasado.
Píquese muy fino el jamón, que ha de ser magro, y resérvese en un plato.
Bátanse los huevos como para tortilla, añadiéndoles 1 cda  de aceite, sal y pimienta.
Cuando los pichones hayan terminado su horneo retí­rense de la tartera, deposítense encima de una servilleta y séquense bien por todo, pues estando húmedos no se les pegaría luego el rebozo, desprendiéndose éste en la sartén.
Bien secados, pásense por el huevo batido y espolvoréense con el jamón picado, aplastándolo con un cuchillo para que quede bien adherido; vuélvase a pasarlos por huevo y a continuación por pan rallado (han de quedar bien empanados y el pan rallado ha de ser muy fino y sin tostar); ya empanados se terminará la salsa antes de freírlos.
Pásese la salsa por el chino, apretando mucho para que pase la cebolla; adiciónese a esta salsa el puré de lengua; mézclese bien y consérvese al calor sin que hierva.
En una sartén téngase preparado aceite abundante, y cuando levante humo fríanse los trozos de pichón, dórense bien por todo y escúrranse.
Colóquense en una fuente redonda, adórnese ésta con perejil y sírvase, enviando aparte la salsa en una salsera.

Aves y caza - 03 .050

Pichones a la provenzal .048

Se preparan los pichones, y una vez limpios se mechan las pechugas con trozos pequeños de anchoas.
Se ponen a cocer a fuego lento en buen aceite, añadiéndoles cebollitas picadas en rajas, una cabeza de ajos, perejil y sal.
Al cuarto de hora de ebullición se le añaden unas salchichas, se dejan cocer también, y después se retira la vasija del fuego y colando la salsa cuando todo esté bien cocido.
Se colocan los pichones en una fuente, se guarnecen con las cebollas y las salchichas, se rocían con el jugo de un limón y se bañan con la salsa, sirviéndolos inmediatamente para que no se enfríen.

Aves y caza - 03 .048