Se eligen tres pollitos tomateros, se avían como es
debido, y con los menudillos -algunos los cuezo un poco- bien picadillos y
mezclándolos con manteca derretida, sazonado como es debido, y unos huevos
duros picados, hago un amasijo con el que relleno los pollejos.
A continuación, los echo a rehogar en una cazuela
grande con manteca, y unos cascos de cebolla.
Los baño con una buena chorretada de vino blanco y un
cacillo de caldo.
Se dejan cocer hasta que estén a punto; la salsa se espesa
con alguna yema de huevo.
Aves y caza - 03 .049
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