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viernes, 5 de septiembre de 2014

Pichones en compota .050

(Pigeons en compota).

Llámanse así por lo tiernos que han de resultar, hasta el punto de par­tirlos con el tenedor sin ayuda del cuchillo (es la característica del guiso), y para conseguirlo se han de cocer muy lentamente durante unas tres horas cuan­do menos.
Los pichones, a pesar de todo, así como las cebollitas de la guar­nición, se han de conservar bien enteros; por lo tanto, hay que llevar la cocción siempre a la misma marcha, sin precipitación, pero tampoco con paradas.
En resumidas cuentas: se trata, dicho llanamente en español, de un suculento es­tofado.

Para 6 personas

3 pichones corrientes (ni muy jóvenes ni muy mantecosos; tampoco demasiado viejos), 150 g de tocino entreverado, 275 g de cebollitas (del tamaño de una aceituna gordal), medio litro largo de jugo de ternera casero, 2 decilitros de buen vino blanco, 30 g de man­tequilla, 1 ramito de hierbas, 20 g de harina, sal y pimienta.

En una cacerola al fuego pónganse la mantequilla y el tocino cortado en cuadraditos; cuando se hayan dorado escúrranse y déjense en un plato.
Los pichones, bien limpios, se sujetan con unas vueltas de hilo; se les intro­duce dentro sus propios higadillos y se refríen en la grasa del tocino hasta de­jarlos bien doraditos por todos sus costados; conseguido esto sáquense de la cacerola y déjense con los tocinos.
Ténganse preparadas las cebollitas (se les habrá dejado bien limpias) y refríanse también en la grasa de los tocinos (han de dorarse ligeramente); cuando lo estén espolvoréense con la harina, sacúdase la cacerola para que se una bien y sin que se fría mójese con el jugo; a continuación échese el vino, que ha de ser muy bueno; hágasele hervir y cuando esté en ebullición échese sobre los pichones y las ce­bollitas, que se tendrán ya puestos en otra cacerola, donde han de caber justo, más bien apretados.
Arrímese al fuego vivo y cuando esté en ebullición tápese lo más herméti­camente que se pueda con un papel recio untado con mantequilla y luego con la tapa haciendo presión.
Póngase la cacerola en el horno con temperatura moderada y déjese cocer con calma hasta que los pichones estén bien tiernos (como todos los guisos, habrá que mirarlos de vez en cuando por si hirviera demasiado o se hubiera consumido el líquido, etc.).

Presentación del plato.- Retírense los hilos de los pichones, colóquense enn uná fuente honda calentada y viértase por encima el jugo, colocando las cebollitas alrededor.
Si la salsa tuviera demasiada grasa habría que desengrasarla, y si fuera clara, previamente retiradas las cebollas, hervirla a fuego vivo hasta dejarla reducida a la cantidad y espesor necesarios.

Nota.- Este plato, conservándolo al calor, podrá esperar una o dos horas. 

Aves y caza - 03 .050

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