1/2 kg de
harina, 50 g de manteca de cerdo, 50 g de mantequilla, 1 vasito pequeño de agua
y la mitad de vino blanco, un poco de sal, miel líquida, agua y aceite para
freír
Poner al fuego un recipiente con el agua, vino,
manteca y mantequilla. Tan pronto esté la mantequilla derretida, y antes de que
empiece a hervir, se añade la harina y una pizca de sal. Se separa del fuego.
Mover bien con una cuchara de madera. Verter sobre un
marmol y amasarlo con las manos. Dejar luego reposar la masa unas dos horas.
Espolvorear un trozo del tablero de mármol o
superficie plana donde pongamos la masa. Estirar ésta bien hasta que quede muy
fina. Cortar con un cuchillo en trozos rectangulares de 10x15 centímetros,
aproximadamente. Enrollarlo por una esquina, formando un rollo ancho y
aplastado. Mojar con el dedo metido en agua fría la esquina de fuera y
presionar para que al freír la masa no se desenrolle.
Poner el aceite a calentar y al estar bien caliente
freír los pestiños. Sacarlos del aceite, escurrirlos y dejarlos enfriar.
Hacer una crema con la miel y un poco de agua. Con una
cuchara cubrir los pestiños de miel y colocarlos en la fuente para servir.
36. Postres - 028