6 buenas
chuletas, un poco de manteca, una cebolla regular, 1 cda de harina, 3
decilitros de caldo, 1 decilitro de vino blanco, 40 g de pepinillos en vinagre,
1 cda de mostaza, sal y pimienta.
Tiempo necesario: 40’.
Fríanse las chuletas con mucha calma (el cerdo se ha
de cocer lentamente), salpiméntense y, cuando estén bien doradas, escúrranse;
sáquense en un plato y resérvense al calor.
Si tiene mucha grasa la sartén escúrrase ésta hasta
que queden como unas tres cdas; échese entonces la cebolla bien picada y
fríase; añádase harina, dórese, mójese con el vino y en seguida añádase el
caldo, revolviendo con la cuchara para que no se apelotone.
Hágase hervir, tápese y cuézase a suave hervor durante
diez minutos.
Introdúzcanse las chuletas en la salsa y consérvense
al calor, pero sin que cuezan más: cociéndose se endurecen.
Cuando se vaya a servir escúrranse las chuletas,
colóquense en una fuente calentada y desparrámense sobre ellas los pepinillos
cortados en rodajas.
Desengrásese la salsa, pásese por el chino y vuélvase
a calentarla mucho; rectifíquese la sal y pimienta; retirese del fuego,
agréguese la mostaza, mézclese bien y viértase por encima de las chuletas.
Sírvanse en seguida.
Carnes - 05. - 050
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