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miércoles, 3 de septiembre de 2014

Mousse de perdices a la bellavista .050

(Mousse de perdreaux truffés en bellevue).

Para unas 8 personas

2 perdices jóvenes.

Para el jugo: kg y cuarto de morcillo de buey y de jarrete de ternera, 50 g de manteca de cerdo, 1 cebolla, 2 zanahorias, 1 ramito de hier­bas aromáticas (apio, perejil, tomillo y laurel), 2 decilitros de vino blanco, 2 litros de agua, 10 g de sal.

Para la gelatina: 5 decilitros de jugo, 4 hojas de cola de pescado, 2 cla­ras de huevo, medio decilitro de vino de Madera.

Para el fumet: los caparazones de las perdices, 30 gde mantequilla, 50 g de tocino magro, 1 cebolla, 1 zanahoria, 1 decilitro de vino blan­co, 7 decilitros de jugo, 40 g de harina, 3 hojas de cola de pescado.

Para la mousse: la carne y los higadillos de las perdices, 50 g de man­tequilla, 3 decilitros de fumet, medio decilitro de vino de Madera, cuarto de litro de nata cruda, 150 g de trufas.

Confecciónese la víspera el jugo; la cantidad mínima ha de ser de litro y cuarto (después de colado), y para esto se hará como sigue: póngase la manteca en una cacerola, caliéntese, añádanse todos los ingredien­tes, menos la sal, el vino y el agua (la carne y los huesos, así como la cebolla y la zanahoria, todo partido en trozos); rehóguese el conjunto hasta que tome color; conseguido esto viértase un vaso de agua y hágase hervir hasta con­sumirlo; añádanse entonces dos litros de agua fría, el vino y la sal y hágase hervir el conjunto, espumándolo hasta que estén tiernas las carnes.
Se ha de cocer lentamente de tres a cuatro horas sin interrupción.
Pásese por una servilleta humedecida con agua templada.
Resérvese.
Las perdices, flameadas y vaciadas, se descarnan perfectamente; se reservan toda la carne y los hígados y con los huesos y los ingredientes indicados al efecto en las cantidades se con­fecciona un fumet de caza de la manera siguiente: todos los desperdicios, hue­sos, etc., de las perdices se parten en trocitos y se ponen a rehogar con el tocino magro cortado a trocitos diminutos, la cebolla y la zanahoria partidas en trozos; cuando todo haya tomado color se le agrega el vino blanco.
En una sartén aparte se ponen 30 g de mantequilla y 40 g de harina; se dora, se deslíe con siete decilitros de jugo y se echa todo en la cacerola donde están los desperdicios de perdiz.
Se sazona con sal, pimienta y nuez mosca­da y se cuece hasta concentrarla.
Cuando se vaya a utilizar agréguense las tres hojas de cola de pescado previamente remojadas en agua fría.
Prepárese igualmente la gelatina.
Para esto fíltrense cinco decilitros de jugo por un trapo mojado (previamente hervido con dos claras de huevo batidos y una copa de vino blanco, como se acostumbra para toda gelatina); agréguensela medio decilitro de vino de Madera y tres hojas de cola de pes­cado previamente derretidas al fuego en un poco de jugo filtrado.
Déjese enfriar,
Cuézanse las trufas con un decilitro de vino de Madera (cuézanse tapadas durante 5’).
Resérvese.

La mousse de perdiz.- Pónganse en una cacerola al fuego 50 g de man­tequilla, caliéntese y añádanse la carne y el hígado de las perdices; cuando se haya rehogado bien retírese y póngase al mortero, añadiéndole a medida unas cdas de vino de Madera; macháquese hasta reducirlo a pasta fina; casi al final adiciónese el líquido de cocimiento de las trufas.
Una vez hecho puré pásese por un tamiz y recójase bien todo lo pasado.
Cójase un flanero de bordes altos y lisos; enfríese mucho ponién-dolo entre hielo y cuando esté bien frío viértase en él un poco de gelatina derretida; sáquese el molde del hielo y muévase para que la gelatina corra por todo; vuélvase a poner el molde entre hielo para que se pegue la gelatina y vuél­vase a echarle más gelatina, a enfriarlo y moverlo cuantas veces sea necesario hasta dejarlo bien forrado de gelatina cuajada.
Hecho esto échese más gelatina, hasta el grueso de medio centímetro, para formar el fondo.
Déjese cuajar y hágase encima un bonito adorno con lamas de trufas; fíjeselas con un poco de gelatina fría, vertiéndola a cdas para no desbaratar el dibujo; déjese cuajar.
(La capa inferior de gela­tina, que luego será la superior, ha de tener en total centímetro y medio de grueso, sobre poco más o menos).
Déjese el fumet o salsa bien desprovisto de nata y espuma; seguidamente pásese por un colador muy fino y échese en una vasija honda; hágase en­friar, removiéndolo a menudo para que no se le haga nata.
Cuando se haya enfriado añádase el puré de perdiz, revolviéndolo vigorosa-mente para que se mezcle bien; a continuación agréguense las trufas partidas en dados muy pequeños y, por último, adiciónese la nata batida como para chantilly (há­gase la. mezcla de la nata empleando una espátula para que la mousse resulte bien fina y ligera).
Hecho esto llénese el molde ya preparado y téngase en hielo hasta el mo­mento de llevarlo a la mesa.

Presentación del plato.- Unos minutos antes de cuando se vaya a servir se introduce el molde en agua templada por breves instantes y se desmolda volcándolo en un plato.
Se adorna éste con gelatina picada y costrones de gelatina.

Nota.- Disponiendo de una nevera puede prepararse con más anticipación, teniéndolo en dicha nevera hasta el momento de servirse. 

Aves y caza - 03 .050

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