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miércoles, 3 de septiembre de 2014

Pastelon de liebre .048

Una carta recibida un día de elecciones en La Coruña, sugirióme la idea de hacer un artículo en el periódico El Noroeste, artículo que copiado a la letra dice así:
Candidatos: recibo una carta que viene de perilla para el día de hoy. ¿Qué menos habéis de hacer por vuestros interventores que enviarles a la hora de almorzar, entre otros platos persuasivos, un pastelón de liebre? Y ojo con quien se le confía el encargo de la confección, pues ya sabéis que los gatos sustituyen bastante bien al veloz cuadrúpedo objeto de la receta en cuestión, y pudiera suceder que a las doce os dieran gato por liebre y que a las cuatro volviesen a repetiros el plato. En este caso se os podría indigestar y ocasiona-ros lamentables consecuencias. La carta dice así:

«Distinguido amigo Picadillo:
Perdóneme usted si me meto encamisa de once varas, y aunque usted dirige su receta a la señorita Electra, me permito darle una recetita de pastel de liebre sumamente barata y tan rica como la suya.
Su precio no sube de 3'50. Ya ve usted que pueden tomarlo los huéspedes de doña Casilda Gómez y aun la persona de más fino paladar.
»Media liebre córtese en trozos, partida por las juntas, y dórese en grasa de cerdo.
»Aparte, en un mortero, macháquese el hígado de la liebre; perejil, tres cebollas, una cabeza de ajos y una corteza de pan, todo esto muy dorado), y hágase pasta; agréguensele tres cdas de buen aceite y tres de vinagre; incorpórese a la liebre y déjese cocer una hora a fuego lento.
Preparado este gusto, aparte, en una sartén, se dora una libra de hígado de cerdo, cortado muy menudo, y se pica con la media luna, haciendo lo mismo con la liebre, que ha de estar ya limpia de todos sus huesos.
Incorpórese la salsa del guisado, dos puñados de nueces monda-das y picadas, pimienta y un poco canela.
»Introdúzcase este suculento picadillo dentro de un magnífico pastel de hojaldre que ha de estar preparado de antemano, y téngase unos minutos en el horno para servirlo así caliente.
» Suya afectísima,

ELECTRO-TERAPIA ».

Todo está bien; pero eso de los catorce reales no lo vayáis a creer; es una dorada utopía.

Aves y caza - 03 .048

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