Cójase el mero en tajadas no muy dobles
y, bien limpio y escurrido, sazónese con sal.
En una cazuela póngase un sofrito de
cebolla cortada menudita, un ajo, un poco de perejil y varios tomates sin piel;
o salsa de tomate sería mejor; cuando todo está doradito, se añade un poquito
de agua para colocar el pescado. Aparte, se hace en el mortero un ajiaceite
medio hecho de ajo, una yema de huevo cruda y aceite, y se coloca el pescado, y
en el momento de servirlo se pasa la salsa por un tamiz, que quede bien fina.
Esta salsa puede hacerse en otros
pescados que sean fuertes.
15. Pescados
No hay comentarios:
Publicar un comentario