Dice un
viejo refrán que:
"de la
mar, el mero, y
de la
tierra, el carnero"
y de éste, para mi gusto, el espaldar. Lo parto en
trozos, como nueces chicas, lo sazono a mi aire, y lo rehogo en una cazuela con
aceite hirviente, hasta que tomen color.
Entonces los saco, los escurro y los dejo tranquilos.
En la grasilla, rehogo también, unas patatas cortadas
en tiras, así como unas habas, y también las retiro.
En una cacerola echo la carne, la pringue que sobre,
los nabos y patatas con su correspondiente sazonao de sal, ajo-perejil, pimienta,
cebolla, clavo, laurel: lo dejo cocer hasta que esté a punto.
Pongo la carne en una fuente, la rocío con la salsa,
le pongo alrededor los nabos y las patatas, y a la mesa.
Carnes - 05. - 049
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