Los rastreros eran
gentes que iban vendiendo carne por los pueblos en la comarca del Camino,
provincia de León, muy cerca de la capital.
Como iban de paso,
donde les daba la hora de la comida, allí la preparaban a base de las carnes
que llevaban.
El centro de la
rastrería era el pueblo de Montejos.
Rabo, pescuezo, mollejas, sal, pimentón.
Se lavan muy bien el
rabo, mollejas y el sangradero, parte del pescuezo por donde se sangra a la
res; y se pone a cocer en agua hirviendo, solamente la necesaria para cubrirla.
Una vez cocida se saca
a una fuente, se parte en trozos y se espolvorea de sal fina y pimentón.
Se revuelve bien y se
sirve muy caliente.
Carnes - 05. - 047
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