Plato típico y de gran lujo en la Huerta de
Valencia.
Yo quisiera que vosotros, lectores de este
libro, os dieseis cuenta exacta de la importancia que para los valencianos
tiene el arroz en esta forma preparado.
Teodoro Llorente, el gran poeta, cantor de la
Huerta valenciana y actual director de Las
Provincias, de Valencia, en una inspiradísima composición, pinta a dos
rapaces que se encuentran en un camino.
Uno de ellos conduce una jaca cargada de
abono; el otro se retira a descansar, después de haber trabajado medio día bajo
un sol abrasador.
Ambos parrafean alegres.
El reloj de la iglesia da las doce.
De repente a uno de ellos se le ocurre
preguntar al otro:
-Dime tú, si fueras rey, ¿qué harías?, y tan
pronta la contestación como inesperada la pregunta, le responde:
-Comerme un gran plato de arrós en chagans y nanos.
El interrogado, a su vez, se dirige a su
compañero diciéndole:
-¿Y tú?.
El otro. huertano vacila unos momentos, y al
fin exclama:
-¿Qué quieres que te diga si ya has dicho tú
lo mejor?
* * *
Pues bien, este
arrós en chagans y nanos, que traducido aunque algo libremente a nuestro
idioma, quiero decir «arroz con gigantes y cabezudos » se prepara en la forma
siguiente:
En un puchero de barro (ha de sier
precisamente un puchero), se ponen judías blancas con agua fría. Se coloca el
puchero sobre el fuego y se hace hervir. Cuando las judías empiezan a
ablandarse se añade hocico de cerdo y so hace seguir la ebullición,
incorporando al puchero nabos cortados en rodajas cuando el cerdo está a punto
de ablandarse también.
Una vez que las legumbres están tiernas se
escurren con el cerdo y se fríe todo junto en buen aceite sin rancio. Se
incorpora luego el agua de la cocción, se sazona con sal y azafrán y se agrega
el arroz en proporción de una medida por cada dos de caldo. Se cuece a todo
fuego, se rebaja éste momentos antes de que el arroz esté en punto, y cuando lo
toma se sirve en el mismo puchero que se ha utilizado para la preparación.
Arroces - 02 .048
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