Este plato es el acompañamiento obligado de todos los
guisos al currie.
Siendo factible se empleará arroz de Patna (o
cualquier otro procedente de la
India inglesa).
Se distinguen de los europeos en que son blanquísimos
y tienen el grano más alargado.
Lávense 500 g de arroz y póngase luego a cocer en un
gran puchero con seis litros de agua hirviendo y sal y téngase en ebullición
durante 20’, moviéndolo sin parar con una cuchara.
Echese entonces en un gran escurridor; lávese varias
veces con agua templada y sal.
Hágase escurrir cogiéndolo a puñados y depositándolo
en una criba cubierta con un trapo mojado y bien retorcido.
Introdúzcase en la estufa, y si no en el horno, con
calor muy moderado, hasta que los granos queden secos y sueltos.
Sírvase según indicación de la receta (con gallina,
langosta, etc.).
Arroces - 02 .050
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