Se cortan media docena de lonchas de jamón o
carne salada, y se ponen a rehogar en manteca de cerdo; cuando empiezan a
reírse se agrega el conejo partido en pedazos grandes y después de haberlo
secado con un paño.
Así que el guiso empieza a oscurecerse se le
agrega una copa de buen vino blanco y media de cognac, al cual se le prende
fuego.
Después de apagado se sazona el guiso con
pimienta, sal, laurel y tomillo, dejándolo luego a fuego lento hasta que se
comprenda que el cognac se ha volatizado, en cuyo caso se sirve.
Aves y caza - 03 .048
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