Se pone al fuego una cacerola con agua, sal y una
hojilla de laurel, hasta que rompa a hervir; entonces se añade el arroz, previamente
lavado, y se voltea un poco con una cuchara de madera, y se deja cocer un
poco, procurando dejarlo un poco entero.
En una cazuela de barro, ponemos la mitad del arroz,
ya bien escurrido, y sobre ello, espolvoreamos la mitad del queso rallado., y
lo cubrimos con manteca derretida: otra vez hacemos lo mismo con el arroz, el
queso y la manteca, pero ahora lo bañamos con el tomate.
Y nada más: se mete al horno no muy fuerte, se deja
dorar la superficie, y a la mesa.
Arroces - 02 .049
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