Print Friendly and PDF

Translate

jueves, 28 de agosto de 2014

Capon asado a la antigua .050

Limpio y chamuscado el capón y bien frotado por den­tro y por fuera con un lienzo limpio se le introduce en el interior un buen pelliz­co de sal y dos cdas de excelente manteca de cerdo.
Se pone a asar con manteca de cerdo en una gran cazuela de barro un poco honda, poniendo debajo unas cucharas de madera de mango largo para que el capón no se refría en la grasa y no se queme.
Se tapa bien con otra cazuela de barro para que conserve el vaho y se pone encima de la chapa.
Se asará lentamente con fuego muy moderado, teniendo que darle vueltas a menudo y que rociarle de vez en cuando con su grasa.
Se ha de asar con calma para que el calor vaya penetrando dentro (hasta el hueso), pues haciéndolo con mucho fuego se dora de repente; entonces hay que dejarlo que se turre y hasta se queme para que quede asado dentro, o si se le retira pronto para que no resulte quemado es seguro que no estará aún bien cocido, como debe estarlo, hasta el hueso (el hueso queda entonces adherido a la carne y está en esta parte hasta sangui­nolenta).
Quedamos, pues, en que el capón debe asarse con calma, necesi­tando unas tres horas de cocción (si es tierno).
Asándolo en el horno se hace antes, pero resulta más seco.
Se sirve con su jugo rodeado de patatas fritas y berros (hay quien da la preferencia a una ensalada de lechuga servida aparte en una ensaladera).

Aves y caza - 03 .050

No hay comentarios:

Publicar un comentario