Print Friendly and PDF

Translate

jueves, 28 de agosto de 2014

Arroz .050

Nota explicativa.- Es muy fácil dar al arroz el punto que conviene, pues resultará más o menos suelto el grano según la cantidad de agua o caldo que se ponga.
Se consigue el punto valenciano midiendo el arroz por tazas y aña­diendo luego el doble o algo menos de líquido.
El dar el punto exacto es, sobre todo, cuestión de experiencia, dependien­do también de la calidad del arroz y del agua (unas ablandan más que otras), así como también del gusto de los comensales, y al agregar el líquido se tendrá igualmente en cuenta el que aportarán luego las verduras.
En Valencia, para conocer cuándo tiene el agua o caldo necesario, se clava una cuchara de madera en el centro de la sartén, y mientras se sostenga de­recha es que tiene poca agua; hay que fijarse mucho al seguir añadiéndola y cesar en el momento que comienza a inclinarse, sin caerse, pues si la cuchara no se sostiene en absoluto es señal de que tiene sobra de agua.
Como ven mis lectores, el agua que se pone al arroz y, como consecuencia de ello, el punto que se le da es cuestión de experiencia y también de con­veniencia.
Una vez agregada el agua o caldo se espera a que esté bien establecido el hervor, y se emplean dos métodos para cocerlo.

Observacion.- Para que el arroz quede desgranado y en su punto basta con echarle en el momento de empezar a cocer unas gotas de limón.
Con este detalle los granos quedan sueltos, aun en los arroces algo caldosos.

Coccion en el horno.- Roto el hervor, se introduce en la parte más baja del horno, y destapado y con calor moderado se cuece durante una hora, resul­tando siempre perfecto y no habiendo nece-sidad de añadirle más caldo.
A media cocción se revuelve el conjunto con una cuchara de palo para mez­clar con el arroz los tropiezos, que tienen tendencia a quedar en la superficie.
Se cuece destapado y con mucho cuidado para que no se arrebate el hor­no, pues corre el riesgo de tostarse demasiado, agarrándose además en el fondo y paredes de la cacerola.
Se calculará el tiempo necesario de manera que el arroz pueda tener un reposo de 10’ antes de servirlo.
Cociéndolo por espacio de una hora en el horno resulta siempre perfecto; no hay que añadirle ni quitarle liquido y tiene, además, la ventaja de que no arrebatándose el horno no necesita estarle cuidando, como el que se hace so­bre el fuego.

Coccion en cacerola o sarten.- En Valencia se emplea una sartén y una hornilla especiales y lo cocinan sobre fuego de carbón o de leña, bien encen­dido para que no se ahume, y es necesario vigilar el fuego para avivarlo o apagarlo, según lo requiera el arroz.
La paellera valenciana es de hierro, amplia, no muy honda (el mismo hondo de una sartén grande de las corrientes, y en vez de mango tiene dos asas (para los efectos se podrá emplear una sartén corriente, pero no resultará tan clásico).
Dicha paellera tampoco es de lo más presentable; sin embargo, los clásicos sirven la paella en dicho recipiente, colocándolo encima de una ban­deja, rodeándolo con una servilleta enrollada a modo de turbante.

Nota.- Resultará tan bueno si se guisa en una tartera de porcelana resistente al fuego, y tampoco desmerece si se vuelca en una fuente para servirlo.

Conviene revolver el arroz hasta que rompe el hervor, continu-ando movién­dolo durante otros 2 o 3’, y ya no debe moverse más; para tos­tarlo por encima se mete a horno fuerte durante unos minutos; a falta de horno se tuesta colocando una tapadera de lata con carbones encendidos encima.
Empléese una sartén sobre hornillo o una cazuela sobre la chapa: el tiem­po de cocción es el mismo.
Se espera a que rompa bien el hervor, se le deja cocer (en ebullición) por espacio de 15’, se saca del fuego y se le deja reposar durante un cuarto de hora, y entonces acabará de absorberse el caldo, quedando el arroz seco, el grano suelto y a punto de servirse.

Arroces - 02 .050

No hay comentarios:

Publicar un comentario