Se ponen los ojitos en una achicoria rizada,
de hojas finas y de cogollo bien amarillo, de esas vulgarmente llamadas
"barba de capuchino"
Se quitan las hojas lacias: se lavotea y,
cortada convenientemente, se pone en una fuente plana aliñándose al gusto con
aceite, sal y el estrujado de un limón
Nota: Recordar que la raiz de esta
hierba se emplea para hacer el café que lleva su nombre.
Fuente:
Alfredo Juderías
Ensaladas - 10. - 031
No hay comentarios:
Publicar un comentario