Poner en una cazuela plana de barro, al fuego
con aceite de oliva, así como media cebolla blanca troceada, una ramilla de
perejil y un par de dientes de ajo pelaos, todo bien picao sobre tabla
Se
sofrie hasta que tome color: entonces se echa bien repartido un espolvoreo de
arroz, una punta de cuchillo de pimentón y se rehoga todo bien
Se añaden unos garbanzos, previamente
remojados y cocidos, el agua hirviendo necesaria, unos pelillos de azafrán, o
un papelillo de condimento amarillo, y la sal correspondiente
Ya solo falta -este es el secreto- poner en el
centro la "perdiz" que es, simplemente, una cabeza de ajos y dejar
hacer así como un cuarto de hora o, más bien, un poquillo más
Fuente: Alfredo Juderías
Arroces - 02. - 031
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