1/2 lt de
leche, 75 g de harina, 150 g de azúcar, 5 huevos enteros, mantequilla, azúcar
lustre, vainilla, chocolate o canela
En una terrina se echan dos yemas y una cuarta parte
de la leche fría. El resto de la leche lo ponemos a hervir junto con el
aromático que hayamos elegido (vainilla, chocolate o canela). Cuando la leche y
las yemas están bien mezcladas le añadimos el azúcar. Cuando todo forme ya una
pasta se le incorpora la harina, mezclándolo todo a fondo. A este conjunto le
vamos agregando poco a poco la leche hirviendo y lo acercamos al fuego
(poniéndolo sobre una placa, nunca a fuego directo). Sin dejar de moverlo con
una espátula de madera, dejamos que empiece a hervir. Entonces se habrá formado
una crema muy espesa y que con mucha facilidad se agarrará al fondo; por esto
no conviene dejarla a fuego directo y en cambio es muy conveniente rascar con
la espátula el fondo de la cacerola. Cuando esta crema empieza a hervir se
retira del fuego y, fuera de él, se le incorporan las otras tres yemas crudas.
Seguidamente se le mezclan todas las claras batidas y se echa todo en uno o
varios moldes para souflé, muy untados con mantequilla, y después de cocido se
sirve en seguida, espolvoreado con azúcar lustre.
38. Pasteleria - 032
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