125 g de harina,
1 huevo, 20 g de azúcar, 2 cdas de agua de azahar, 1 cda de coñac o
aguardiente, 30 g de mantequilla, 2 g de sal
En una sartén se ponen el huevo, el azúcar, la sal, el
agua de azahar, el coñac o aguardiente y la mantequilla. Se mezcla superficialmente
y luego se le agrega la harina hasta formar una masa consistente, que se
trabaja a fondo para que quede bien lisa. Se deja reposar una o dos horas
puesta entre dos platos para que con el contacto con el aire no se forme
corteza. Se extiende sobre una mesa espolvoreada de harina, y con el rodillo se
rebaja al máximo. Cuando está muy delgada, se corta a trozos de forma
caprichosa, bien sean rombos, cuadrados o triángulos, que se fríen con aceite
abundante hasta que estén muy doraditos y secos. Fuera de la sartén se
espolvorean con azúcar o se riega con miel caliente líquida, con lo cual queda
terminado el postre.
36. Postres - 032
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