500 g de
harina, 25 g de azúcar, 1/4 de litro de aceite frito y frío, 6 huevos, 1
cortadillo de aguardiente
Pasar la harina por un tamiz y formar sobre la mesa un
montículo ahuecado; en un perol, cascar los huevos, batirlos unos instantes
con el azúcar y echar la mezcla en el centro de la harina; añadir el aceite y
amasarlo todo muy bien, agregando el aguardiente y trabajando la masa a fondo
hasta que esté lisa. Tomar trocitos de pasta y con ellos hacer tiras de unos
ocho centímetros de largo, que unidas por los extremos forman las rosquillas.
Ponerlas sobre placas untadas con aceite y dejarlas reposar durante 2 horas
para que se forme corteza. A continuación cocerlas a horno fuerte.
La manipulación de esta pasta debe hacerse con las
manos frotadas con aceite para evitar que se pegue a ellas. Cuando estén cocidas
se cubren con un baño de azúcar.
36. Postres - 032
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