PRIMERA FÓRMULA
Escójanse albaricoques maduros y muy sanos; se pesan
poniendo el azúcar en la proporción de kilo y medio por kilo de fruta.
A los albaricoques sepáreseles el hueso y pónganse a
cocer con agua fría. Una vez cocidos escúrraseles bien el agua en un paño.
Clarifíquese el azúcar, dejándolo en punto casi de caramelo, que al verter unas
gotas en el agua fría no se endurezcan, pero sí queden bien cuajadas; se echa la pasta en el
almíbar, removiéndolo bien y dejándolo luego hervir un rato muy suavemente,
meneándolo para que no se pegue.
Conservas y embutidos - 07. - 046
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