En una cazuela de barro se echa media taza de aceite
frito y frío, igual cantidad de agua, unas gotas de aguardiente anisado y un
poco de sal fina; se bate mucho con una cuchara de palo hasta que quede bien
unido, añadiendo entonces, poco a poco y sin dejar de batir, harina suficiente,
hasta que no se pegue la masa a la cazuela. Entonces se amasa bien sobre una
tabla, o mejor sobre un mármol, y, si es necesario, se espolvorea a menudo con
hariña, y cuando esté en su punto, que no se pegue a los dedos y haga liga, se
deja reposar una media hora y después se extiende con el rollo, dejando la
pasta muy delgada sin que se rompa. Se rellenan con picadillo de jamón y
ternera, y también con atún y tomate, y con merluza con guisantes.
Se dobla la masa sobre el relleno, dándole la forma
ovalada de las empanadillas, y con los dedos se les coge unos pellizquitos de
los bordes para unirlos y privar de que salga el picadillo. Se les unta por
encima con huevo batido y se ponen al horno.
También se hacen las empanadillas con una tacilla de
manteca desleída, la misma proporción de leche y un poco de sal. Se procede en
lo demás como queda ya explicado.
Empanadas - 09. - 045
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