Dos pollitos bien tiernos, un cucharón de aceite, 250 g de jamón, 8 ó 9 tomates
bien maduros, 3 buenos pimientos rojos, 2 ó 3 dientes de ajo, 1 hermosa cebolla
blanza, 2 ramas de perejil, sal y pimienta.
Los pollos, bien limpios
y pasados por llama de alcohol, se les echa sal por dentro y se arman para
asarlos.
Se pone aceite en una
cacerola con dos o tres dientes de ajo (enteros) y se echan los pollos y se
rehogan a fuego lento hasta que tengan un bonito color dorado; se añade entonces
el jamón partido en trozos y la cebolla bien picadita.
Se deja que todo se vaya
haciendo con mucha calma para que no se queme la cebolla.
Se asan los pimientos, se
mondan, se cortan en trozos grandes y se añaden al guiso; se mondan los tomates,
se les exprime bien el agua y las semillas y bien picaditos se agregan también
al guiso (los pimientos y los tomates no se añaden hasta que la cebolla no esté
dorada).
Se deja cocer con calma
hasta que esté en buen punto (si los pollos se cuecen antes se retiran y se
conservan en un plato al calor.
Se ponen los pollos en
una'cazuela de barro y se coloca alrededor el jamón (los pimientos se dejan en
un plato); se pasa la salsa, apretando mucho, por el chino para que resulte
gordita; se rectifica la sal y se añade un poco de azúcar para corregir la
acidez del tomate y se vierte la salsa por encima de los pollos.
Se colocan encima los
pimientos y se sirve.
Nota.- Los pollos se trinchan y se colocan en la cazuela como si estuvieran
enteros.
Aves y caza - 03 .050
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