En una tartera se coloca un pollo, y después
de bien limpio se le añade el hígado del mismo, se le unen además aceite y
manteca de cerdo, a partes iguales, 3 dientes de ajo, 1 cebolla cortada en
cuatro pedazos, perejil, un punto de pimienta, caldo de carne y vino de Jerez.
Todo así reunido se pone al fuego, y cuando
está cocido se separa el pollo y se cuela en la salsa.
Los residuos se reducen a pasta en el mortero
y se pasan luego por tamiz o pasadera, alargándolos con la salsa y poniéndolos
al fuego.
La sangre, que debe batirse mucho en caliente,
se incorpora al resto de la salsa, agitándola siempre durante 5’, al cabo de
los cuales se coloca el pollo en la fuente, se le añade la salsa y se sirve.
Aves y caza - 03 .048
No hay comentarios:
Publicar un comentario