Previamente descortezado el pan, se procede a subdividirlo en discos,
cuadros u óvalos, de unos 3 ó 4 cm. de diámetro, escogiendo una forma distinta
para cada guarnición.
Ya cortados los canapés se colocan en una bandeja y se introducen en
el horno con calor suave; se hornean durante unos minutos y se dejan enfriar
perfectamente.
(Gustando más, en vez de hornearlos se fríen con mantequilla
clarificada o con manteca de cerdo o con aceite fino.)
Estos canapés se untan con mantequilla y se adornan luego a capricho:
con un puré de bonito, sardinas, ave, jamón o bien con filetes de anchoas, sardinas
o arenque ahumados, o con queso, etc., combinando las guarniciones que van
incluidas en el texto.
A continuación exponemos unas cuantas recetas de canapés, y sobre esta
base se podrán combinar las otras guarniciones y aderezos.
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