200 g de harina, 125 g
de mantequilla, 70 g de queso de Gruyére rallado (escójase un queso bien seco),
un decilitro de agua, media cucharadilla de sal fina, un poquito de mostaza
inglesa.
Amásense la harina, la mantequilla, la sal y la mostaza, añadiendo el
agua necesaria hasta obtener una pasta fina; échese ésta en un plato empolvado
con harina y déjesela reposar al fresco por espacio de unos quince minutos.
Mientras tanto rállese el queso, y de aquí en adelante se espolvorearán
la mesa y la pasta con el queso rallado.
Terminado el reposo espolvoréese un mármol con queso rallado; póngase
encima la pasta y, por esta sola vez, espolvoréese la pasta con
harina; estírese con el rollo hasta formar una tira de unos 45 cm. de
largo por unos 22 ó 23 de ancho; acto seguido espolvoréese la pasta con queso
y dóblesela en tres.
Vuélvase a espolvorear la mesa con más queso y colóquese de nuevo la
pasta encima de lo espolvoreado, haciéndola girar como se acostumbra a hacerlo
para el hojaldre; estíresela con el rollo y dóblesela de nuevo en tres
dobleces.
Esta operación se repetirá otras dos veces (cuatro en total).
Divídase la pasta en dos trozos iguales, partiéndola por medio con un
cuchillo bien afilado y mojado en agua fría, y después de espolvorearlos con
queso estírese cada mitad hasta obtener dos tiras de 12 cm. de ancho y del grueso
de una moneda de 10 céntimos.
Con una brocha mojada con leche fría píntense por encima las dos tiras
y seguidamente subdivídanse en tiras de un centímetro de ancho, ayudándose para
cortarlas de un cuchillo de hoja estrecha y muy afilada; colóquense en una
placa de horno rociada con agua fría y déjense cocer a horno fuerte por espacio
de unos quince minutos, cuidando de que no se quemen.
Al cocer se estrechan y triplican de altura.
Sírvanse muy calientes (se pueden recalentar).
(savorys).
Aperitivos - 01 .050
No hay comentarios:
Publicar un comentario