Rebanadas de queso de Gruyére rebozadas con huevo, empanadas y fritas.
Para 10 malakoffs: 500 g de Gruyére (peso
neto), 100 g de mantequilla, 10 cdas de pan rallado (sin tostar), 5 cdas de
harina, un vaso de leche y 2 huevos, sal, pimienta y, si gusta que pique,
pimienta de Cayena.
El queso, previamente desprovisto de la corteza, córtese en rebanadas
de un centímetro de grueso, seis centímetros de largo y cuatro de ancho;
colóquense estas rebanadas en un plato hondo; viértase por encima de ellas la
leche; déjense en remojo durante dos horas.
Cásquense los huevos en un plato; sazónense con pimienta blanca molida
y pimienta de Cayena, y, si el queso está soso, échese además un poco de sal.
Pínchese un trozo de queso con un tenedor y hágase que escurra bien la
leche; a continuación pásese por harina, después por huevo batido y, por
último, por pan rallado, empanándolo bien por todo (para esto se hace un poco
de presión con la mano); déjese en una fuente espolvoreada con pan rallado,
repitiendo esta misma operación con las rebanadas restantes.
Unos minutos antes de cuando se vaya a servirlos (los malakoffs se
han de comer abrasando) fríanse con mantequilla clarificada o con aceite fino.
Ya dorados, escúrranse bien, colocándolos a medida encima: de una
servilleta para que absorba la grasa, y en cuanto se hayan frito todos envíense
a la mesa en una fuente calentada.
Nota.- Los malakorfs han de presentarse
bien dorados y enteros, y al
partirlos han de resultar cremosos.
Si al freírlos se les desprende el empanado o no quedan enteros será
porque la grasa de fritura no está a buen punto de temple.
Aperitivos - 01 .050
No hay comentarios:
Publicar un comentario