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martes, 26 de agosto de 2014

Manera de cocer esparragos .050

Los espárragos han de ser muy frescos, a poder ser recién extraídos; no han de cocer demasiado ni tampoco con anticipación, pues si se retiran de su líquido de cocimiento se secan, y si se dejan en él se desaboran.
Se procurará que todos sean de un tamaño, pues siendo desiguales se cuecen unos antes que otros. Los espárragos deben pelarse enteros de punta a punta.
Muchos se contentan con rasparlos superficialmente, pero no basta.
Una vez raspados se lavan con agua fresca; luego se escurren y se atan por manojitos, colocando las cabezas al mismo sentido, y se cortan por la otra punta para dejarlos a un mismo largo.
Se cuecen en abundante agua hirviente y sal; se zambullen cuando el agua hierva a borbotones; se tapa la cacerola y se pone a fuego muy vivo para que rompa en seguida el hervor; establecido éste se separa la cacerola a un cos­tado para que sigan hirviendo con calma hasta que estén cocidos; aproxima­damente lo estarán a los catorce o quince minutos de ebullición, pero siendo muy gruesos podrán necesitar unos minutos más.

Se conoce que están en buen punto cuando se atraviesen fácilmente con un alfiler. Una vez cocidos, des­átense, escúrranse y utilícense.

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