Aceitunas, mantequilla, una latita de anchoas, tomate,
limón, aceite, sal, lechuga o escarola.
Se parten rodajas de
tomate, de buena clase, con pocas semillas, y se sazona de sal, aceite y unas
gotitas de limón, si se desea. Se colocan en una fuente, unas a continuación de
otras cubriendo el fondo.
Se deshuesan con
aparatos especiales o con ayuda de una horquilla, como se hace con las cerezas,
ajustando ésta al hueso de la aceituna y haciéndola girar hasta que se
desprenda el hueso de la carne. En el mortero se machacan las anchoas y una cda
de mantequilla de vaca, se hace una pasta, con la que se rellenan las
aceitunas, cubriéndolas con la caperucita de su carne que se ha quitado antes
de sacar el hueso.
Si las rodajas de
tomate son pequeñas, se colocará una aceituna sobre cada tomate, y si son
grandes, pueden colocarse tres o más haciendo dibujos graciosos, valiéndose de
la lechuga que habrá sido aliñada con aceite refinado, poquito de sal; y zumo
de limón.
Las rodajas de tomate
pueden colocarse sobre un lecho de lechugas o escarola o adornar la fuente con
ellas a la vez que las aceitunas componen el adorno principal de la
composición.
También pueden ponerse
las aceitunas solas en platitos.
Aperitivos - 01 .047
No hay comentarios:
Publicar un comentario