800 g de patatas, 200 g de remolacha, 1 cebolla, perejil,
aceite, sal y vinagre.
Se cortan a ruedas las
remolachas y se colocan en un plato hondo, espolvoreándolas luego
abundantemente con sal y vinagre.
Por separado se cuecen con
la piel las patatas, se pelan y cortan a pedacitos y, mientras están todavía
calientes, se las rocía con el caldo que habrán soltado las remolachas.
A continuación se sazonan
las patatas con aceite, muy poca sal, perejil y cebolla bien picados. No es
necesario añadir aceite, puesto que el jugo de las remolachas está saturado del
mismo, pero es preciso tener en cuenta que las patatas han de quedar completamente
cubiertas de salsa.
Se dejan reposar toda la
noche y, antes de servirlas, se quita un poco de jugo, si lo hay en abundancia.
G. Bernard de Ferrer
13. ensaladas - 024
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