1 kg de
papas, 1/2 kg de sal gruesa
Se escogen las papas lo más parejas posibles y se
lavan en agua sin pelar.
En una cacerola se ponen las papas con el agua hasta
casi cubrirlas, y la sal gruesa.
Se ponen al fuego tapadas.
Una vez cocidas, con la piel arrugada, se retiran del
fuego, se escurren, dejándolas en el mismo caldero, y secándolas sobre el
fuego, sacudiendo el caldero para que la sal quede adherida a las papas.
Dejarlas destapadas para que no se humedezcan con el
vapor.
Entrantes - 11. - 044
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