Si en una cacerola al fuego con agua, y un
cubito de caldo disuelto, echamos cuando comience a hervir el blanco de unos
puerros, partidos en trozos, unas patatas mal cortadas, unos trozos de bacalao
remojao, un poco de pimienta negra molida, una chorretada de aceite, se sazona
como Dios manda y se deja cumplir a fuego suave, tendremos ese guiso o sopa
vasca que, como dice Luis Antonio de Vega, no es un baile sino un buen plato.
Fuente:
Alfredo Juderías
Entrantes - 11. - 031
No hay comentarios:
Publicar un comentario