Al atorreznarse se rehogan, en la grasilla en
que se frieron unos trocillos de panceta ahumada de cerdo, unos sesos cocidos
migados de junto a unos huevos batidos
Nota: El guiso que nuestro Don
Quijote cuentan que comía, sobre poco más o menos los sábados, era un revuelto
de huevos fritos con unos torreznillos de tocino de jamón cortados a cazueleta
Fuente:
Alfredo Juderías
Guarniciones y fritos - 13. - 031
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