En una sartén, a la lumbre con aceite de
oliva, se frien un par de ajillos mondaos y, apenas empiecen a dorarse, se
agregan unos cascos de cebolla hasta que tomen buen color; entonces, se pasan
a un mortero
En ese aceite se rehogan unas patatas,
cortadas a esquina, y se ponen en una cazuela de barro
En un mortero se aporrean unas ramillas de
perejil y unos granillos de pimienta
A la
cazuela: se cubre ésta con unos cacillos de agua hirviendo, se salpimenta y se
espolvorea con un sobrecillo de condimento amarillo
Tapar y dejar hacer a su aire
Nota: Hay quien agrega al servir
un chorrillo de vinagre
"Los pimientos tienen el aspecto de
ser las lenguas gordas de la tierra"
Ramón Gómez de la Serna
Fuente:
Alfredo Juderías
Entrantes - 11. - 031
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