En su preparación, el pan francés no lleva materias
grasas ni azúcar, pero los demás ingredientes son harina, sal, levadura y agua.
El gusto, la textura y la apariencia única del pan francés se logran por
métodos y tiempos de amasado distintos y mucho más largos. Para hacerlo bien,
se necesita un equipo adicional: 2 paños de cañamazo o de lino nuevo, un trozo
de cartulina firme de 50 cm por 20 cm, y una placa para horno muy grande. La
flauta francesa común mide unos 60 cm y resultaría imposible cocinarla en un
horno doméstico, de modo que la siguiente receta da indicaciones detalladas
para hacer tres panes, de aproximadamente 40 cm de largo por 8 cm de ancho.
Como la masa está muy sobada, y no contiene materias grasas, conviene comer el
pan francés el mismo día de horneado. Salen 3 panes.
1/2 cda de levadura fresca
1 1/2 tazas + 1 cda de agua tibia
4 tazas de harina de trigo
1 1/4 cdita de sal
Desmigajar la levadura en un bol chico y agregar 1/4
de taza más 1 cda de agua tibia. Formar una pasta.
Colocar la harina y la sal en un bol grande. Hacer
un hoyo en el centro y verter allí la levadura y el resto del agua. Unir
gradualmente la harina con el líquido. Continuar mezclando hasta que se forme
una masa pegajosa.
Llevar la masa a una tabla o losa de mármol
ligeramente enharinada, asegurándose de raspar bien toda la masa de las paredes
del bol. Dejar la masa en descanso durante 3’. Lavar y secar el bol y dejarlo a
un lado.
En esta etapa, la masa estará más pegajosa que las
masas de otros panes. Amasarla en la forma habitual durante unos 5’ o hasta que
esté elástica y suave, espolvoreándola con un poco de harina si sigue muy pegajosa.
Dejarla descansar 3’ y luego amasarla otros 2 min. La masa aún debe estar muy
blanda.
Formar un bollo con la masa y volver a colocarla en
el bol. Cubrir éste con una hoja de polietileno y colocar encima una toalla
gruesa. Dejar en un lugar tibio durante 3 horas, o hasta que la masa haya
multiplicado 3 veces y medio su volumen original. A esta altura, la masa debe tener
burbujas en la superficie y estar espumosa al tocarla.
Llevar la masa a una superficie ligeramente
enharinada, empleando una espátula para raspar el bol. Enharinarse las manos
levemente y presionar la masa hacia abajo y hacia fuera formando un círculo, asegurándose
de que se desinflen todas las burbujas formadas.
Formar un bollo suelto con la masa y colocar-lo
cuidadosamente en el bol. Cubrir con el polietileno y la toalla y volver a
dejar en el mismo lugar tibio durante 3 horas, o hasta que la masa haya
aumentado tres veces su volumen original. Nuevamente debe estar esponjosa al
tocarla.
Llevar la masa a la superficie enharinada y
nuevamente presionarla hacia abajo y hacia fuera en una forma circular.
Empleando un cuchillo largo y afilado, cortar la masa en tres trozos. Doblar
cada uno a lo ancho y dejar a un lado durante 5’.
Extender un paño de cañamazo o lino bien enharinado
sobre una bandeja o placa grande para horno.
Tomar uno de los partes y dejar los otros dos
cubiertos con un paño. Presionarlo firmemente con las manos, dándole forma
ovalada de unos 25 cm de largo. Con prolijidad, doblar por la mitad
longitudinalmente y presionar ligeramente los bordes juntos. Dar vuelta la masa
de modo que la Unión quede abajo. Volver a presionar formando Un óvalo del
mismo tamaño y doblar por la mitad como antes. Sellar los bordes y dar vuelta
la masa de modo que la unión quede abajo.
Colocar las manos en el centro del rollo, y
suavemente amasar para adelante y para atrás, llevando las manos hacia los
extremos para formar una masa alargada y cilíndrica, de unos 40 cm de largo, o
de la medida de la placa para horno. Colocar la masa sobre el paño enharinado.
Hacer un pliegue profundo en la tela, a lo largo de la masa, para que sirva de
divisor.
Enrollar y dar forma a los otros dos trozos de masa
de la misma manera y colocarlos sobre el paño enharinado con un pliegue entre
cada uno.
Cubrir la masa con otro paño enharinado y colocarla
en un lugar muy seco y tibio durante 2 horas o hasta que la masa haya vuelto a
subir a unas tres veces su volumen original.
Calentar el horno a 220º.
Transferir los panes del paño a la placa de horno,
dándolos vuelta de modo que la parte blanda de abajo quede hacia arriba. Esto
se puede hacer fácilmente usando un trozo de cartulina enharinada n para
levantar la masa y luego deslizarla suavemente sobre la placa. Asegurarse de
que los panes estén derechos y con una separación de 6 a 7 cm.
Empleando una brocha pastelera, retirar cualquier
exceso de harina que haya quedado en la superficie de los panes.
Con un cuchillo largo y afilado, hacer tres tajos en
la parte de arriba de cada pan.
Colocar la placa en el horno, un poquito más arriba
del centro y cocinar durante 30’ o hasta que los panes estén bien dorados por
debajo.
Después de retirarlos del horno, deslizar los panes
fuera de la placa y golpearlos por abajo con los nudillos. Si suenan hueco,
quiere decir que ya están cocidos. Consumirlos apenas se enfríe.
00. Pan
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