1/2 lt de
agua, 5 g de sal, 250 g de harina tamizada, aceite para freír
El agua y la sal se ponen al fuego en una cacerola, y
la harina en un recipiente de fondo esférico. En cuanto el agua empieza a
hervir, se mezcla, echándola hirviendo y lentamente sobre la harina, mientras
se hace la mezcla con una espátula de madera. Debe quedar una masa muy
consistente. Se trabaja un poco y se introduce en la churrera. Caliente el
aceite, se van echando los churros cuidando de no poner muchos a la vez. Luego
de fritos, se escurren, se espolvorean con azúcar y se sirven bien calientes.
Un secreto que hay que tener muy presente: si el
aceite está poco caliente, los churros no se fríen: se empapan en grasa y se
deshacen en la sartén, sin llegar a freírse.
36. Postres - 028
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