Se asa un buen trozo de carne de cerdo y
se adoba con un poco de cebolla cortada muy fina y tomates y unas zanahorias
picaditas; todo esto se deja cocer buen rato para que la carne coja el gusto.
Aparte, se tienen hervidas las tallarinas (cintas sevillanas rizadas) y se
retira la carne de la salsa, y cuando se va a servir, se echan las tallarinas
dentro de la grasa que ha hecho la carne y se le añade media onza de queso de
Parma rallado, dándole unas cuantas vueltas para servirlo. Se debe advertir que
la grasa de la carne tiene que ser muy abundante, y que las tallarinas se hierven
en el mismo momento de servirlas para que no se apeloten.
02. Pasta,
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