Se parte muy menudo medio kilo de
pan que tenga mucha miga.
Se pone en una fuente honda con
agua y sal, nada más que rociado, para que el pan se ponga húmedo; se revuelve
mucho con una cuchara para que tome por igual la sal y el agua y se dejan reposar
hasta el día siguiente.
Poco antes de comerlas se pone en
una sartén con aceite, media docena de dientes de ajo chafados y cuando se han
frito los ajos se tiran y se echa pimiento molido y las migas; se las da
vueltas sin cesar hasta que queden jugosas, pero bastante secas.
En vez de pimiento molido es mucho
mejor darles color con trocitos de jamón y longaniza.
Entrantes - 11. - 037
No hay comentarios:
Publicar un comentario