Los garbanzos remojados
del día anterior se ponen a cocer cuando están casi en su punto de cocción, en
una sartén se fríe un poquito de bacalao con harina; en el aceite que queda se
refríe una miga de pan que, empapada en vinagre, se machacará en el mortero,
añadiéndole unas hebras de azafrán, un diente de ajo y un poquito de pimienta
negra. Todo esto se echa en la olla y se deja hervir hasta que los garbanzos
estén en su punto.
Si a este potaje se le
añaden unos huevos duros cortados en ruedas, resulta más sabroso.
19. Potajes
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