Este pan, que tiene un delicado sabor por ser de
textura compacta, retiene su frescura durante varios días. Sale 1 pan de 22 cm.
2 cdas + 1 cdita de manteca
2 cditas de azúcar rubia
2 tazas de agua tibia
1 cda de levadura seca, granulada
3/4 kg de harina de cebada
1 cda de sal
Untar un molde alargado de 22 cm con la cdita de
manteca
En un bol, disolver 1 cdita de azúcar en 1 taza de
agua tibia. Espolvorear con la levadura y revolver con un tenedor.
Dejar el bol en lugar templado unos 20 min. o hasta
que la levadura esté espumosa.
Cernir la harina de cebada, la sal y el resto del
azúcar en un bol grande entibiado. Trabajar con los dedos y agregar 2 cdas de
manteca.
Hacer un hueco en el centro y verter en él la
levadura espumosa y el resto del agua tibia. Mezclar rápidamente con las manos
y hacer una masa. Colocarla en una superficie enharinada y amasar durante 5
min. Poner la masa en un bol enmantecado, taparla con una servilleta y dejarla
en un lugar templado durante 1 hora o hasta que duplique su volumen.
Calentar el horno a temperatura más bien elevada
(200° C).
Colocar la masa sobre una superficie enharinada y
amasar 5 min. Ubicarla en el molde, taparla con una servilleta y dejarla en
lugar templado durante 20 min.
Introducir el molde en el horno y cocinar durante 1
hora. Para probar el punto, se golpea la parte de abajo; si suena a hueco
quiere decir que el pan está listo.
Desmoldarlo y dejar que se enfríe sobre una rejilla
metálica.
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