Un pan blanco infaltable en todas las mesas, pero
sobre todo en las de campo, donde el horno de barro está siempre listo para
cocinar el alimento diario. Sale 1 pan de 1/2 kg.
1 cda de levadura de cerveza
cantidad necesaria de agua tibia
50 g de margarina o grasa de pella
50 g de azúcar molida
2 cditas de sal fina
cantidad necesaria de leche tibia
400 g de harina común tamizada 2 veces
Disolver la levadura en un poco de agua tibia hasta
obtener una pasta espesa y dejar en lugar templado durante 10' o hasta que
esté espumosa.
Colocar en un recipiente enlozado la margarina o
grasa de pella a temperatura ambiente, agregar el azúcar, la sal, la levadura
disuelta y, poco a poco, la leche en cantidad suficiente como para que se
integren los ingredientes.
Ir incorporando lentamente la harina hasta que quede
una masa lisa, y trabajar enérgicamente con las manos. Colocar el bollo de
masa en un bol enmantecado. Dejar leudar en un lugar tibio, tapado con un
repasador, hasta que el bollo aumente al doble de su volumen.
Cuando la masa haya levado, colocarla sobre la mesa
enharinada, quitarle el aire y darle forma de panes chicos o uno grande redondo
u ovalado.
Sobre una placa para horno, dejar leudar nuevamente
en lugar templado y libre de corrientes de aire. Cuando el pan o los panes
tengan el doble de su volumen original, hacer unos cortes con un cuchillo
filoso en la superficie en forma diagonal y pintarlos con leche.
Colocar la placa con el pan o los panes en el horno
y cocinar a temperatura caliente hasta que estén bien dorados.
Dejar enfriar por completo antes de servir.
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