En una cacerola de hierro se pone mitad
de aceite y mitad de manteca se echa bastante cantidad de cebolla bien fina, y
cuando empieza a coger color, se corta la langosta a rebanadas con la cáscara;
se echa en la cacerola, dándole vueltas con la cebolla, poniendo su sal
correspondiente, con el cuidado que la langosta no se salga de la cáscara; se
machacan en el mortero almendras tostadas, medio sequillo, una cuarta parte de
un cuadro de chocolate y una jícara de vino rancio, y sí la langosta tiene
huevos, se machacan también, pero antes de poner el vino se echa esa picada a
la cacerola, y con fuego lento se deja hervir por espacio de media hora. Se
sirve que no quede muy clara la salsa.
16. Mariscos
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