La remolacha se cuece con su piel; primeramente se cuece con agua y
sal por espacio de una hora y media y seguidamente se escurre y se mete en el
horno caliente hasta que esté bien tierna (igualmente se puede continuar la
cocción con agua y sal hasta que esté tierna, pero horneada conserva más sabor
y resulta más dulce). Se deja enfriar perfectamente, se pela, se corta en
rodajas finas o a cuadros y queda preparada para utilizarse.
Aperitivos - 01 .050
No hay comentarios:
Publicar un comentario