100 g.
de mantequilla; 1 tacita de vino blanco; 1 yema de huevo; 2 cditas de levadura
royal; harina y sal.
En primer lugar, mezclaremos el aceite
con el vino blanco y un poquito de sal, batiéndolo hasta formar una crema,
entonces le añadiremos la yema y la mantequilla, lo unimos bien y poco a poco
le vamos agregando la harina, hasta formar una masa, que no se pegue a las
manos, pero sin trabajarla mucho, ya que debe amasarse lo menos posible.
Seguidamente le damos tres vueltas y la colocaremos en un plato, la cubriremos
con un trapo húmedo y la dejaremos en un lugar fresco durante unas dos horas.
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