Los llamados frutos del bosque (fresas, moras,
grosellas, arándanos, cerezas, etc.) han formado parte de la pastelería desde
tiempos remotos. Y siempre son bien recibidos por su sabor agridulce.
100 g de banana madura
50 g de frutos del bosque deshidratados
70 g de avellanas crudas molidas
1 cda de harina de soja
90 g de harina integral de trigo
1 cdita de esencia de vainilla
60 g de margarina
azúcar moreno
sal
agua
Colocar los frutos deshidratadas en una taza con
agua, y dejarlos allí durante 1 hora.
Diluir la cda de harina de soja en dos cdas de
agua, y con ayuda de un tenedor, añadir el plátano, la margarina y la esencia
de vainilla. Machacar bien para que quede una mezcla homo-génea.
Agregar la harina de trigo tamizada, una pizca de
sal, dos cdas de azúcar, los frutos ya hidrata-dos y escurridos y las
avellanas. Mezclar bien todo.
Precalentar el horno a 180°C y, mientras se
calienta, ir echando cdas de la masa en una bandeja de horno enmantecada
o cubierta con papel de hornear.
Cuando el horno esté bien caliente, colocar la
bandeja a media altura durante 15 min., o hasta que estén doradas. Hay que
tener mucho cuidado, porque se queman con facilidad.
Consejo: Si antes de usarla se
congela, la banana pelada sabrá más dulce.
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